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sábado, 22 de enero de 2011

Mi hombre interior sera fortalecido

Por Bernardo Stamateas, Argentina.
1 Reyes 19:3
"Elías se asustó, y huyó para ponerse a salvo, cuando llegó a Beersheba de Judá dejó allí a su criado y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto y se sentó a su sombra con ganas de morirse. Estoy harto, Señor, protestó: quítame la vida pues no soy mejor que mis antepasados. Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido."
Lucas 8:22
"Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca. Crucemos al otro lado del lago, dijo. Así que partieron y mientras navegaban él se durmió. Entonces se desató una tormenta sobre el lago de modo que la barca comenzó a hundirse y corrían gran peligro. Los discípulos fueron a despertarlo: maestro, maestro nos vamos a ahogar, gritaron. Él se levantó y reprendió al viento y a las olas, la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo. ¿Dónde está la fe de ustedes?, le dijo a sus discípulos, con temor y asombro ellos se decían unos a otros: ¿quién es éste que manda aún a los vientos y al agua y le obedecen?".
¿Cuántos están pasando por tormentas, crisis, pruebas, luchas, dificultades, dolores, persecución, angustia, pobreza, miseria, enfermedad, persecución de suegras, de novias que quieren casarse?. Decí: esta mañana mi hombre interior será fortalecido y yo declaro que ninguna tormenta me va a liquidar.
Lo primero que quiero decirte es que el enemigo lo que hace siempre es poner vendas o velos. El enemigo te pone vendas en la mente para que vos no veas tu bendición. Un velo es una mentira que se siembra en tu mente que te tapa una bendición. Dice Ezequiel, que el diablo lo que hace es usar a gente que te pone una mentira, una palabra, te pone una creencia que te entra en la mente y te ata la mente y vos quedas sin poder ver por eso a muchas personas vos le decís: Dios te va a bendecir; y la persona dice: ah, viste la presencia de Dios que hubo hoy, no, no lo ven. Vos le decís: Dios te ama, quiere bendecirte, prosperarte, pero tira las cartas acá el pastor, te dicen.
Acá tenemos al profeta Elías. Elías había echo caer fuego del cielo, de pronto se entera que la reina Jetzabel lo persigue y Elías se mete en una cueva, y cuando se mete en una cueva ora a Dios y dice: quítame la vida me quiero morir, no aguanto más. ¿Qué le pasó al gran profeta Elías?, le cayó un velo, una venda, y entonces se metió en la cueva y no quería saber más nada.
Cuando una persona tiene una venda le van a pasar varias cosas.
1) No ves el poder de Dios.
El profeta Elías -que tenía miedo de la persecución- podría haber orado a Dios: si él hizo caer fuego del cielo, él podría haber dicho: Señor manda fuego y mata a esta desgraciada. Pero cuando una persona tiene una venda, tiene un velo no ve el poder de Dios, vos le decís: Dios te puede sanar, te puede bendecir. Y te dicen: "ah, Dios te escuche."
2) No ves el poder del diablo
Porque Elías no se avivó de que venía un espíritu de miedo sobre él. Elías tenía que haber tomado autoridad y haberle dicho: diablo no me vas a asustar, vos no tenés poder sobre mí. Pero él no se dio cuenta de que esa persecución venía del mismo infierno.
3) Te metés en la cueva
Te aislas, querés dejar todo, no querés saber más nada con nadie, no querés conectarte con nadie, porque cuando un velo te cae, vos querés aislarte de todo el mundo, empezás a sentirte desgraciado, quejoso, como Elías, dice: Señor, matame, no quiero saber más nada.
Todas las personas que tienen desórdenes internos, que tienen desórdenes emocionales, que están metidos en la cueva, que no creen que Dios pueda hacer algo grande, no son malas personas, es que les cayó un velo, les cayó una mentira que les tapa. Esta mañana vamos a orar para que esos velos se rompan porque tengo una buena noticia: Dios es un experto en romper las mentiras y en poner su verdad y Dios nos va a sacar de la cueva, volveremos a ver el poder de Dios, caminaremos hacia el sueño que Dios nos dio y todo lo que hagamos nos saldrá bien.
Cuando Elías está en la cueva, dice: Dios no me puede ayudar, el diablo me tiene mal, no quiero saber más nada, quiero morirme, esto es un desastre, no voy a poder. Entonces Dios le manda un ángel y lo hace dormir. Decí: dormir, vas a dormir y comer. Recibí esta palabra, dormir y comer. ¿Sabes por qué lo hace dormir y comer? Porque Dios va a trabajar en el hombre interior, en el espíritu. Porque Dios hace lo siguiente: Dios no te saca la tormenta; Dios te fortalece a vos para que vos venzas tu tormenta y tengas la satisfacción de que Dios intervino, pero vos también interviniste.
En esta mañana Dios lo que va a hacer es fortalecernos lo que Pablo llamaba 'el ser interior', el espíritu. Cuando Jesús vino a la tierra fue mal interpretado, porque lo primero que dijo Jesús fue: el reino de Dios está aquí. Y cuando empezó a enseñar hablaba sobre el reino, y el reino de acá, y el reino de allá; pero cuando los judíos -que les encantaba ese tema- oían la palabra reino, oían otra cosa. Para ellos el reino era un golpe de estado. Quiero que te imagines por ejemplo si estuviésemos en la época militar y Jesús viene en los años setenta y dice: "muchachos voy a poner mi reino y para nosotros..." ¿Eso qué es?: "Jesús va a derrocar a los militares y va a hacer un golpe de estado con los que hicieron el golpe de estado." Pero cuando Jesús hablaba de reino no hablaba de golpe de estado. Pero Jesús no se los dijo, se los fue diciendo de a poco, Jesús les dice: "se va a establecer mi reino." Cuando los discípulos ven que Jesús hace milagros, los discípulos dicen: "éste puede derrocar al César, nos puede sacar a Roma de encima." Porque los discípulos sabían que con espada no los podían sacar a los romanos, pero cuando vieron al Mesías, dijeron: "éste sí, porque si éste tiene poder para multiplicar los panes, si tiene poder para resucitar los muertos, éste nos mata al César y nos libera." Pero cuando Jesús les habla del reino, les estaba hablando de otra cosa. Para ellos reino era: "si Dios cambia el afuera, todo cambia." Ellos esperaban que Dios cambie el afuera, que saque a los romanos; pero el concepto de reino que traía Jesús era distinto, el concepto de reino era: "si yo te cambio a vos por dentro, vos cambiarás todo tu afuera. Por eso Jesús no habló de la esclavitud, ni de los romanos, porque Jesús se dedicó. "Si yo te gobierno, si yo te lleno por dentro, si yo te doy mi palabra, si yo soy tu jefe, si yo soy tu Señor, si vos haces lo que yo te digo, yo te voy a fortalecer a vos por dentro y no habrá Roma, no habrá sistema político, no habrá persecución, no habrá tormenta, no habrá crisis que te pueda gobernar."
Por eso Jesús dijo: "cuando oremos, oremos así: Padre nuestro que estás en los cielos, venga a nosotros tu gobierno. No van a orar: 'Padre tu golpe de estado mata al César, manda tus misiles divinos.' No, no, no." Por eso tu tormenta no se fue, porque Dios te va a fortalecer a vos y vos la vas a vencer.
Tormenta es lo que viene de golpe; yo no tengo la culpa, yo no lo busqué, yo no tengo control sobre las tormentas; uno no las puede manejar. Dice que Jesús estaba con los discípulos en el barco; se fueron al mar y vino una tormenta. Tormenta es una crisis no buscada, no planificada que no podés manejar, que no sabés qué hacer, que vos no tenés la culpa pero te vino. Tormenta siempre nos va a venir; lo peor que nos puede pasar es creer que no nos van a venir tormentas, porque una tormenta es un cambio. Cambia, todo cambia. ¿Cuánto cambia? Todo. Las tormentas van a venir a mí porque son cambios; no lo busqué, no los quiero, no los puedo manejar; pero todo cambia.
¿Cuántos están casados? ¿Sabes cómo va a ser tu mujer en unos años? Como tu suegra, pensá ¿te gustaría acostarte hoy con tu suegra...? ¡Lo harás en diez años más, con tu esposa! Yo ayer le dije a Alejandra: Ale ¿qué opinas de mi padre?, porque voy camino a él. Y me entró a hablar en lenguas, no sé qué me dijo pero no era algo lindo....
Porque todo cambia: ¿Te miraste al espejo?, todo cambia. ¿Te echaron del trabajo?, todo cambia. ¿Te abandonaron?, todo cambia. Sólo esas dos líneas sé, pero me alcanza para el mensaje para hoy. Si sé manejar el cambio tendré éxito.
¿Cómo vamos a vencer las tormentas?, trayendo el reino de Dios, fortaleciéndonos interiormente, llenándonos del Señor, que el Señor nos gobierne. ¿Saben por qué nadie pudo atar a Jesús?, porque a Jesús el único que lo gobernaba era su papá Dios y cuando nosotros en esta mañana nos llenemos del Espíritu Santo, nos fortalezcamos en el hombre interior, nos llenemos sólo de Él, yo quiero decirte que las tormentas se preparen porque las vas a vencer en el nombre de Jesús. Amén.
Ahora te voy a hablar al hombre interior, prepárate para fortalecer porque vas a salir de acá a vencer tu tormenta.
1) "Mi tormenta tiene los días contados"
Dice Salomón: todo tiene su tiempo (tu pobreza tiene los días contados, la enfermedad que estás pasando tiene los días contados, porque todo lo que pasa en la tierra tiene su tiempo, la locura de tu marido tiene los días contados, la crisis de pareja tiene los días contados, y está llegando a su fin, la tormenta que estás pasando tiene las horas contadas. Les hablo en esta mañana a los Noé que han recibido un diluvio sobre su vida cuarenta días ha caído la lluvia sobre tu barco; pero yo hoy te anuncio que ha llegado tu día cuarenta y uno donde la tormenta tiene los días contados y la bendición comienza en tu vida.
Pastor, ¿las cosas buenas también tienen un tiempo? Sí, porque Salomón dijo: todo debajo de la tierra tiene su tiempo, las cosas buenas tienen su tiempo pero cuando se les termina el tiempo a las cosas buenas, Dios te manda a cosas mejores; cuando lo malo se le termina su tiempo, te vienen cosas buenas; y cuando a las buenas se le acaba su tiempo, te manda mejores; y cuando las mejores, también tiene su tiempo, te manda la súper-mejores; porque vamos de gloria en gloria.
Lo único que tenemos que hacer hoy es respirar un poquito más que nuestra tormenta, es aguantar un poquito más que nuestra enfermedad, es respirar una vez más que nuestro dolor. Porque nuestro dolor, pobreza, crisis, tormenta tiene los días contados.
Me contó el gobernador de Neuquén, nos abrió todo Neuquén para enseñarles a sesenta mil personas y me contó una anécdota que le contó el abuelo. Había un sabio que estaba muy mal y pidió ayuda de todo el mundo, le decían: hacé esto, hacé lo otro, nadie lo ayudaba; hasta que vino un anciano con una cajita y le dijo: rey acá está la solución a tu problema y a todos tus problemas, el rey miró y dijo: pero éste qué va a saber con una cajita. Dice rey tóma la cajita acá está su solución abrió la cajita y había un papelito, lo sacó y el papelito dacia: esto también pasará.
Quiero decirte que lo que te está pasando también pasará, hoy no abrimos una cajita hoy abrimos la biblia y la biblia dice: todo, todo, todo, en la tierra tiene su tiempo, tu crisis, tu tormenta, hoy le profetizo que le queda minutos de vida, se te va a pasar y vas a entrar en victoria. Jesús dijo: de tu interior correrán ríos. ¿Por qué no dijo: río y dijo: ríos?, ¿por qué dijo ríos? Porque son cuatro. ¿Saben cuáles son? Los cuatro ríos que estaban en el Edén, saben que el edén lo alimentaban cuatro ríos y el Edén ahora está dentro de mí, es la presencia de Dios. ¿Y saben cómo se llamaban esos ríos?
Pisón, Jijón, Jidequel, Eúfrates. ¿Qué quieren decir?:
Pisón = incremento: Hay un río dentro tuyo que te lleva al incremento.
Jijón = creatividad: Hay una unción creativa dentro tuyo.
Jidequel = poder: Hay fuerzas saltando dentro tuyo.
Éufrates = resultados extraordinarios
Dios te va a activar los ríos; tu tormenta tiene las horas contadas.
2) "Mi tormenta lo único que hará es limpieza"
Tu crisis te limpia, ¿qué hace un huracán?, limpia. Toda la basura que te rodeaba se la lleva la tormenta, toda las casitas mal hechas, todas las parejas pinchadas con alfileres, toda la basura, todas las mentiras, todo lo débil, todo lo que no fue construido sobre la roca la tormenta lo va a limpiar. Y cuando pase la tormenta será como hoy a la mañana, habrá aire nuevo, árboles nuevos y el que construyó sobre la roca -que es Jesucristo- quedará de pie. La tormenta lo único que hará en tu vida es quitar lo débil, lo podrido y lo que no sirve.
El Señor está conmigo; eso es el reino hermanos. Miren lo que descubrí: cuando Jesús fue a su amigo Lázaro que ya estaba muerto, podrido, tenía gusanos, olía feo. Dice que Jesús llegó... y cuando yo leí eso esta semana el Señor me dijo: "Bernardo, yo soy tu amigo cuando estás vivo y cuando estás muerto; cuando te va bien soy tu amigo, y cuando te comen los gusanos también voy a estar ahí; y cuando te metan en la tumba yo voy a estar ahí." Porque Jesús es amigo en las buenas y en las tormentas; así que tranquilo, porque el amigo -cuando viene en épocas de dolor- viene con un grito para decirte: "¡sal fuera de la tumba, porque acá está el que te ama, el que te reina, el que te ayuda en las buenas y en las malas!"
Deci: la tormenta, me va a limpiar los amigos que no sirven, las pavadas que hice, los negocios mentirosos, lo débil, se va.
Sara, tuvo muchas tormentas: fue estéril, casi la violan, el marido la abandonó. Pero ¿saben dónde murió Sara, dónde fue enterrada? En Quiriarba; es una tierra donde vivían los gigantes. Y cuando yo leí eso el Señor me dijo: "mis hijos no mueren en el desierto, mueren en tierra de gigantes, peleando." La tormenta no te va a matar en el desierto, vas a ser plantado en la tierra de bendición. La tormenta no te va a liquidar; cuando mires todo lo bueno que Dios te dio, la tormenta no tocará nada de eso, sino todo lo podrido, que no servía.
3) "Las tormentas tocarán las cosas pero a mí no me tocarán"
La crisis no va a tocar todo lo bueno que tenés, la tormenta no lo va a tocar; porque Jesús dijo: "ustedes están en el mundo, en el sistema, pero no son de este mundo, de este sistema." Nosotros no somos gente de la democracia, ni del feudalismo, ni del comunismo, somos del Reino de Dios. ¿Y qué es el reino? "A mí el que me gobierna es Jesús, y su palabra está por arriba de mi cultura, de mis tradiciones, de mi gusto, de lo que dice el cura, de lo que dice el pastor, y de lo que dice mi abuela. A mí el único que me gobierna es el Señor; yo estoy en este sistema pero no soy de este sistema; tengo el sistema del cielo que se llama Reino de Dios. Y ese sistema vence cualquier sistema. Pilatos le preguntó a Jesús: "¿tú eres rey?" "Sí" "...¿Me querés hacer un golpe de estado?" "No, no, no; mi reino no es de este sistema; lo mío es superior." Por eso todo hombre busca, porque todos lo problemas del hombre son la religión y la política; porque el hombre busca por religión y por la política la paz; pero el único que puede dar la paz y cambiar el corazón es el Espíritu Santo de Dios. Estoy en este sistema pero no soy de este sistema; soy del Reino de Dios.
Cuando Dios lo agarra a Moisés y le dice: "Moisés, ustedes están en Egipto, pero no son de Egipto. Voy a mandar plagas que se coman la cosecha de los egipcios, pero les dije a las langostas que la cosecha de ustedes no se la coman." Entonces las langostas cuando llegaban a la cosecha de la gente que estaba bajo el Reino, decían: "ésta no, ésta sí porque ésta es de Egipto." La plaga no tocará tu morada, caerán miles y diez miles pero lo que Dios te ha dado no lo vas a perder porque a nosotros nos reina el Señor. Fue Dios a las langostas y les dijo: "coman todo, pero a mi pueblo no le tocan nada."
Pasaron muchos años y David dijo: "caerán miles y diez miles pero lo que Dios me dio no me será quitado." Nada nos puede separar del amor del Señor. Tranquilo; ¿perdiste la casa? viene una mejor; porque la cosecha no se la puede comer tu tormenta, porque la tormenta tiene los días contados y la tormenta no gobierna nuestra vida; el que gobierna es el Rey de los cielos y la tierra.
4) "Mi tormenta es una oportunidad"
Esto dijo Mike Murdok: "el nombre que le pongo a una cosa, viene a ser la realidad de esa cosa". 'Crisis' en nuestro idioma es 'peligro', y en Uruguay es 'peligro', y en Colombia es 'peligro', y en Paraguay, también es 'peligro'. Pero en China la palabra crisis significa 'oportunidad'. Cuando la tormenta te hable en chino y no entiendas nada, vos decí: 'oportunidad'. "Ché, ¿tenés un problema?" "No, una oportunidad"; "Tengo una crisis..." No, oportunidad, oportunidad. Se viene un año de oportunidades para el pueblo de Dios. La marca más importante de una persona del reino es su manera de reaccionar. Porque yo digo, ¿cuántos somos del reino? ¿A cuántos nos gobierna Cristo? ¡Aleluya! Jesús dormía; los discípulos desesperados... "Me echaron, me lastimaron." ¿Qué hizo Elías? "Me persigue Jetzabel; no quiero saber nada, quitame la vida" ...Dios lo hizo dormir. Cuando Jesús estaba en la cruz, la gente decía: "lo están matando", Dios decía: "salvación para todo el mundo", la gente decía: "pobrecito, está sufriendo", Dios decía: "poder para resucitar", la gente decía: "lo dejaron sólo", Dios decía: "se viene una 'esposa' que se llamará 'la iglesia', que cambiará las naciones de la tierra." No hables lo que habla la gente; hablá oportunidad, y hablá lo que Dios te prometió.
5) "Mi tormenta es una fuente de creatividad"
Tu tormenta... ¿cuántos están pasando tormentas?; cambios, crisis, problemas, despioje... 'oportunidad'. La tormenta es una fuente de creatividad. ¿Cómo vencemos la tormenta? Haciendo algo nuevo. Cuando nos pasa algo malo gritamos, rompemos, insultamos, lloramos, se lo contamos a todo el mundo para que la gente nos vea, nos ponemos en víctima, nos alejamos, "¡no quiero saber más nada!" Por eso no vencés tu tormenta. Ahí había cinco mil hombres, más mujeres y niños, diez mil personas más o menos; y Jesús dice: "Felipe, ¿cómo hacemos para darles de comer?", y ¿qué le dice Felipe a los discípulos...? Lo de siempre: "no tenemos plata, los negocios están lejos, danos tres días para juntar plata, armemos una vaquita, es tarde, despide a la gente." Y Jesús dijo: "no, no, no; denles ustedes de comer." Y los discípulos le dijeron: "no tengo plata, no puedo... vivo lejos; estoy enferma; trabajo mucho; me duele la panza; no estudié; no puedo; nos van a confundir; yo no entiendo mucho". La crisis la vencemos haciendo algo nuevo. "Denles ustedes de comer, no me digas lo que siempre hiciste." El Señor le está diciendo: "inventá algo nuevo para resolverlo; dentro tuyo hay una fuente de creatividad." El desvelo que estás pasando, Dios te va a dar soluciones inéditas. Deja de echarle la culpa a los demás; ¿que no te ayudan...? eso ya es viejo. Y cuando Jesús te larga una pregunta, es para que descubras que detrás de esa pregunta te está esperando la gloria. Dios no te hace una pregunta para frustrarte sino para que liberes creatividad, para que hagas cosas nuevas. Yo no sé cual es la tormenta que estás pasando pero Dios te dice: "vencela; lo que hiciste no sirve; vas a hacer algo inédito, algo nuevo y vas a darles de comer."
Algo nuevo. ¿Cuántos tienen problemas económicos? Algo nuevo tenés que hacer. "Ya mandé el curriculum, ya me presenté en la entrevista..." algo nuevo, ¿Cuántos conocen a alguien que tiene un desastre de pareja? Algo nuevo... "ya tratamos de hablar, ya oramos"; algo nuevo. ¿Saben cuál es el problema? Es que no nos gusta hacer algo nuevo. Juan el bautista tenía discípulos; cuando aparece Jesús, Juan dice: "muchachos pasen con Jesús; él crece y yo terminé acá"; saben que hubo discípulos del bautista que no quisieron pasar con Jesús, porque Jesús era algo nuevo y los discípulos de Jesús -por ejemplo- no se lavaban las manos para comer. ¿Saben por qué en la época de Jesús se lavaban las manos para comer? Porque la gente comía con la mano, porque no había tenedor. Los discípulos del Señor eran medio 'roñosos'; los discípulos del bautista se lavaban las manos, ayunaban; y los discípulos de Jesús comían. Acá viene gente que dice: "¿por qué en Presencia de Dios no ayunan? ¿Y el culto de oración (que van cinco...), no lo hacen acá?" No; porque acá mientras caminamos oramos; caminamos, conquistamos, disfrutamos, y repartimos la bendición. Es algo nuevo; lo que Dios va a hacer en tu vida es nuevo. Y como no se querían pasar los discípulos del bautista a Jesús, él les dijo: "si yo traigo vino nuevo, necesito odre nuevo, porque yo no puedo meter vino nuevo en odre viejo, porque el vino nuevo fermenta y te rompe el odre. Y yo no puedo poner remiendo viejo en vestido nuevo. No se puede mezclar lo nuevo y lo viejo." Tu tormenta la vas a vencer con algo nuevo. Cuando pusimos los libros, abrimos los grupos, hicimos todo nuevo; este ministerio es nuevo. Por eso cuando alguien dice acá: "yo estuve en el seminario", yo le digo: "yo también; entiérrenlo, eras 'del bautista' pero hoy estamos en otra etapa, y la que viene será distinta." Dios no cambia, pero en el reino cambia, todo cambia; y la solución que Dios te va a dar será loca, cosas nuevas y extraordinarias.
6) "En medio de mis tormentas, no me muevo por lo que veo, sino por lo que sé"
Está durmiendo el Señor; viene la tormenta; los discípulos desesperados lo despiertan; le dicen: "¡mirá...!" No voy a mirar tanto; tu problema es que miras mucho, miras tu problema, tu crisis, tu marido, tu suegra. "¡Mirá!" Y Jesús despierta; y le dicen: "¿no te preocupa que nos vamos a morir?" ¿Cuántos saben que cuando uno se levanta de la siesta se levanta medio loco? ...¡No lo voy a despertar al Señor! En medio de las olas, lo despiertan a Jesús y dicen: "¡mirá, mirá!" "¿Dónde está su fe?", les dijo el Señor. ¿Por qué les dijo eso? ¿Qué es fe? Fe es lo que creo, es la creencia. ¿Por qué Jesús les dijo: "¿dónde está tu creencia?" Porque dos días atrás, Jesús los agarra a los discípulos y les dice: "¿quién dice la gente que soy yo?" "El bautista; tú eres el Cristo, el Mesías." "¿Lo crees?" "Amén, amén, amén." Pasan dos días, tormenta; Pedro: "¡levantate, nos vamos a ahogar!" Jesús duerme. "¿Dónde está lo que crees? ¿Qué me dijiste dos días atrás?, ¿que yo era el mesías? Si vos creés que yo soy el mesías, no leíste que el mesías muere en la cruz y no muere ahogado? ¿Dónde está lo que crees? No he visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan. En dos días hablamos."
¿Cuántos creen todo lo que hagan prosperará? En dos días hablamos. ¿Cuántos creen que las tormentas pasarán? En dos horas hablamos. "Yo me muero en la cruz; duerma tranquilo; lo que Dios te prometió es más poderoso que la tormenta que estás pasando", porque nosotros somos gente de gobierno; esta es 'la constitución del cielo', esto está arriba de toda tradición y cultura, es la voz que nos guía, es la máxima autoridad. Si acá nos dice que hagamos esto, lo hacemos; si acá nos dice que esto es malo, es malo para nosotros. Esto no es para obligar a la gente: "no fumes, no robes", no, no, no; esto es para los que deciden que el reino, el gobierno esté dentro, porque Dios no cambia el afuera para que todo cambie; Dios te cambia a vos. Porque el reino, el gobierno, es como una semillita de mostaza que entra con una palabrita, y otra, y va creciendo... es como la levadura -dijo Jesús- que se mezcla con la masa.
¿Sabés que te está haciendo Dios cada vez que venís acá? Te está amasando. Ayer veíamos un programa de uno que revoleaba la masa y con el dedo la agarraba, y sentís que volás, y volvés a caer en la palma del Señor. Por eso la Palabra, para que te cambie tenés que saber recibirla.
Hay dos maneras de recibir la palabra: a la primera le puse: modo Nazaret. La gente no se asombra. Y el segundo modo es: modo Galilea, lo recibieron admirándolo. Por eso en Galilea hizo tantos milagros, porque hay gente que tiene el modo Nazaret: "me gustó pero no puedo venir seguido, porque vivo acá a dos cuadras." Y el modo Galilea: "¡impresionante! ¡Lléname Señor!".
Te voy a soltar una impresionante que me cayó ayer... ¿Quién escribió el evangelio de Lucas? Lucas. Era apóstol; no era historiador... ¿Cómo Lucas escribió que cuando María saludó a Elizabet, le saltó el bebé; que a los doce años Jesús fue al templo...? ¿Lucas no había sido apóstol? "Pastor, se lo dictó el Espíritu Santo" No; alguien se lo contó. Dice que a María se le apareció el ángel: "bendita eres tú entre medio de todas las mujeres, bendito (...) María, vas a tener al salvador." "¿Y cómo será esto?" El Espíritu Santo vendrá sobre ti; y cuando nazca..." Y María guardaba todas estas cosas en su corazón. Pasaron varios años y se encontró con Lucas, que le dijo: "María, contame cómo fue eso." "Anotá Lucas: yo estaba embarazada, y vino el Espíritu Santo como una sombra, y un día lo perdí a Jesús... ¿dónde está el nene? ¡En el templo! Lo fuimos a buscar, tres días... ¿en el negocio?" Lucas anotaba. "...y cuando la saludé a mi prima Elizabet...", y Lucas lo escribió; y millones de culturas, razas, religiones leímos el libro de Lucas y fuimos bendecidos. Lo que Dios te da, guárdalo; se lo vas a dar a alguien. Y ese Lucas va a bendecir a muchos. Hay cosas que no las vas a escribir vos, pero Dios te las da para que las siembres en otro, y ese otro va a escribir lo que le soltaste, y va a traer bendición a diez miles.
Yo quiero decirte que tu tormenta tiene los días contados. Viene tiempo de limpieza. La tormenta no tocará mi cosecha. Se vienen grandes oportunidades. "Sacaré soluciones nuevas; no me muevo por lo que veo, sino por lo que sé."
Lázaro salió de la tumba saltando, saltando, saltando, con los gusanos, con olor a podrido; pero después lo desataron y se fue caminando. Hoy viniste acá saltando, con olor a podrido, con gusanos comiéndote; pero saliste de la tumba, llegaste hasta acá saltando, pero llegaste... y si llegaste hasta acá, acá Dios te va a sacar las vendas, y pondrá mesa en presencia de tus enemigos. ¡y todo lo que hagas te saldrá bien!
¡Venga tu reino! ¡Sal de la cueva! Hoy suelto la palabra en tu espíritu para que seas fortalecido en tu hombre interior, la tormenta no va a ahogarte, el barco podrá recibir agua, podremos tener miedo, claro, vendrán los cambios, claro; pero el Señor está con nosotros; él nos prometió: "nada te separará de mi amor." El ángel le dijo a Elías: "sal de la cueva"; duerme, descansa en mi promesa, estoy aquí para fortalecerte, largo camino te resta, ungirás reyes y sacerdotes; sólo recibe con alegría mi palabra; sólo deja que te gobierne, que mi palabra sea la máxima autoridad; deja que mi palabra sea como la levadura, que pueda mezclarse en cada área de tu vida. "Pero Señor, me cuesta..." "Yo lo haré por ti." "Señor, no puedo..." "Yo lo haré por en ti." "Señor esto es difícil" "Yo te cambiaré a ti; yo te fortaleceré a ti, y todo afuera, el sistema no podrá vencerte." Porque estamos en el sistema, pero no somos del sistema; somos ciudadanos del reino, Él es el rey de los reyes; su Palabra es nuestra constitución, y Argentina será cambiada por los reyes del reino, que establecerán su Palabra en el trabajo con honestidad, en sus casas, gente de bien, gente íntegra, gente de buenas obras, gente que habla la Palabra y que le cree. Yo hoy te imparto fuerzas divinas; la tormenta te ha asustado, te ha empapado; pero la tormenta no te ha vencido, porque el justo cae pero se vuelve a levantar. Declaro que hoy se terminan muchas tormentas. Y luego de un año, como Noé, saldrás de tu barco y pisarás tierra firme otra vez, y la Argentina y su gente será llena de la presencia de Dios. ¡Amén!
Fuente: Ministerio presencia de Dios, Argentina.

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