Lectura: Jueces 7:2-8
Y el Señor dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho… —Jueces 7:2
Los comandantes militares siempre quieren tener suficientes soldados para llevar a cabo su misión. La mayoría preferiría tener demasiados en vez de pocos, pero no todos concuerdan con respecto a qué cantidad es suficiente.
Cuando Gedeón reclutó un ejército de 32.000 hombres para luchar contra los que oprimían a los israelitas, el Señor le dijo: «El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado» (Jueces 7:2).
Entonces, el Señor empezó a reducir el ejército de Gedeón. Cuando permitió que se fueran los que tenían miedo, 22.000 hombres regresaron a su casa (v. 3). Una segunda reducción disminuyó el potencial de los 10.000 soldados restantes a 300, de los cuales el Señor dijo: «Con estos trescientos hombres […] os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos» (v. 7). Y así fue (vv. 19-23).
En nuestra vida de fe, nuestros recursos pueden convertirse en enemigos de la confianza. Dios quiere que dependamos de Él, no de nuestra propia fuerza, ya sea física, financiera o intelectual.
Cuando el Señor reduce nuestros recursos de «32.000 a 300», no está castigándonos, sino que es su manera de preparar las cosas para que Él sea glorificado a través de nuestra vida, al reconocer su poder y confiar en su ayuda.
—DCM
Cuando Dios nos asigna una tarea imposible, esta se torna posible
NUESTRO PAN DIARIO
Sus armas
“3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.”2 Corintios 10:3-6
Usted tiene muchas armas poderosas que funcionan favorablemente como la oración, la fe, la palabra, la adoración. ¿Lo sabía? Y están para que usted las utilice cada día.Dice la palabra de Dios: que nosotros andamos en la carne pero no operamos, ni militamos según la carne, sino en el poder del espíritu. Mientras usted camina acá en la tierra tiene que entender que Dios le ha dado armas para funcionar con autoridad y utilizarlas abriéndose caminos contra toda fuerza del enemigo que quieran detener esa marcha triunfante.
Esas armas espirituales y el poder de la palabra y de la fe, tiene que utilizarlas para establecer en su vida los principios de la palabra e ir renovando toda su vida interior. Esas armas son suyas y tiene que utilizarlas hablando la palabra que piensa, que cree y que ha establecido en su interior. Actuando en base a lo que piensa, que es la palabra de Dios. Usted es lo que Dios dice que es y va a moverse en esa autoridad que tiene como hijo de Dios.
Algunos creyentes dicen: yo espero en el Señor y es como que se colgaron en una hamaca paraguaya y se están hamacando para ver cuándo aparece la victoria. Esperar en el Señor es poner toda la confianza en la palabra de Dios y actuar en dirección a la palabra, yo espero que lo que hablo, lo que pienso y lo que actúo se haga realidad en mi vida, porque yo hago mi parte. Uso las armas de mi milicia. Tener armas poderosas en Dios, quiere decir que hay una conexión espiritual entre su espíritu y el de Dios que trae la provisión de esas armas para que empiece a usar y no esté escondido, con timidez, en miseria, en frustraciones pensando que tiene una vida inútil. Sino que se levanta para pelear la buena batalla de la fe usando las armas espirituales que Dios le ha dado poderosas en Dios para destruir fortalezas. No hay ninguna forma de pensar fuera de la palabra que pueda destruir fortalezas. Hay mucha cosa natural del mundo que a veces se introducen en el sistema del cuerpo de Cristo como para tratar de hacer con lo natural lo que sólo se puede hacer con lo sobrenatural.
Fortalezas son maneras de pensar. Todo pensamiento que usted tiene en la mente que se ha ido fortaleciendo por variedad de pensamiento y parece indestructible ahora. A veces la gente lo quiere mover con conexiones humanas, pero sólo se derriban con el poder de la palabra de Dios. Fortaleza es algo que ha construido en la mente, una estructura que fue formando y que lo fue recibiendo en la casa, en la calle, en la escuela, con lo que aprende, con las experiencias y fue formando una manera de pensar. Fortaleza se le dice a todo lo que es negativo, que no es de Dios, temores, dudas, desconfianza, incredulidad, que se hace tan fuerte que vive una vida regular y religiosa porque no sabe qué hacer con eso. Quizá ya fue a consultar con amigos, psicólogos, etc. y sigue igual. La victoria es suya, utilizando las armas. Y el Dios poderoso actuará su favor. Recuérdelo siempre y utilice lo que Dios le ha dado.
Oración: Padre hoy conozco que me has dado armas espirituales poderosas para destruir toda fortaleza que se haya levantado en mi vida contra el conocimiento de tu palabra. Las utilizaré y veré tu gloria manifestada en mi vida. Soy un triunfador. En el nombre de Jesús, amén.
Y el Señor dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho… —Jueces 7:2
Los comandantes militares siempre quieren tener suficientes soldados para llevar a cabo su misión. La mayoría preferiría tener demasiados en vez de pocos, pero no todos concuerdan con respecto a qué cantidad es suficiente.
Cuando Gedeón reclutó un ejército de 32.000 hombres para luchar contra los que oprimían a los israelitas, el Señor le dijo: «El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado» (Jueces 7:2).
Entonces, el Señor empezó a reducir el ejército de Gedeón. Cuando permitió que se fueran los que tenían miedo, 22.000 hombres regresaron a su casa (v. 3). Una segunda reducción disminuyó el potencial de los 10.000 soldados restantes a 300, de los cuales el Señor dijo: «Con estos trescientos hombres […] os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos» (v. 7). Y así fue (vv. 19-23).
En nuestra vida de fe, nuestros recursos pueden convertirse en enemigos de la confianza. Dios quiere que dependamos de Él, no de nuestra propia fuerza, ya sea física, financiera o intelectual.
Cuando el Señor reduce nuestros recursos de «32.000 a 300», no está castigándonos, sino que es su manera de preparar las cosas para que Él sea glorificado a través de nuestra vida, al reconocer su poder y confiar en su ayuda.
—DCM
Cuando Dios nos asigna una tarea imposible, esta se torna posible
NUESTRO PAN DIARIO
Sus armas
“3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.”2 Corintios 10:3-6
Usted tiene muchas armas poderosas que funcionan favorablemente como la oración, la fe, la palabra, la adoración. ¿Lo sabía? Y están para que usted las utilice cada día.Dice la palabra de Dios: que nosotros andamos en la carne pero no operamos, ni militamos según la carne, sino en el poder del espíritu. Mientras usted camina acá en la tierra tiene que entender que Dios le ha dado armas para funcionar con autoridad y utilizarlas abriéndose caminos contra toda fuerza del enemigo que quieran detener esa marcha triunfante.
Esas armas espirituales y el poder de la palabra y de la fe, tiene que utilizarlas para establecer en su vida los principios de la palabra e ir renovando toda su vida interior. Esas armas son suyas y tiene que utilizarlas hablando la palabra que piensa, que cree y que ha establecido en su interior. Actuando en base a lo que piensa, que es la palabra de Dios. Usted es lo que Dios dice que es y va a moverse en esa autoridad que tiene como hijo de Dios.
Algunos creyentes dicen: yo espero en el Señor y es como que se colgaron en una hamaca paraguaya y se están hamacando para ver cuándo aparece la victoria. Esperar en el Señor es poner toda la confianza en la palabra de Dios y actuar en dirección a la palabra, yo espero que lo que hablo, lo que pienso y lo que actúo se haga realidad en mi vida, porque yo hago mi parte. Uso las armas de mi milicia. Tener armas poderosas en Dios, quiere decir que hay una conexión espiritual entre su espíritu y el de Dios que trae la provisión de esas armas para que empiece a usar y no esté escondido, con timidez, en miseria, en frustraciones pensando que tiene una vida inútil. Sino que se levanta para pelear la buena batalla de la fe usando las armas espirituales que Dios le ha dado poderosas en Dios para destruir fortalezas. No hay ninguna forma de pensar fuera de la palabra que pueda destruir fortalezas. Hay mucha cosa natural del mundo que a veces se introducen en el sistema del cuerpo de Cristo como para tratar de hacer con lo natural lo que sólo se puede hacer con lo sobrenatural.
Fortalezas son maneras de pensar. Todo pensamiento que usted tiene en la mente que se ha ido fortaleciendo por variedad de pensamiento y parece indestructible ahora. A veces la gente lo quiere mover con conexiones humanas, pero sólo se derriban con el poder de la palabra de Dios. Fortaleza es algo que ha construido en la mente, una estructura que fue formando y que lo fue recibiendo en la casa, en la calle, en la escuela, con lo que aprende, con las experiencias y fue formando una manera de pensar. Fortaleza se le dice a todo lo que es negativo, que no es de Dios, temores, dudas, desconfianza, incredulidad, que se hace tan fuerte que vive una vida regular y religiosa porque no sabe qué hacer con eso. Quizá ya fue a consultar con amigos, psicólogos, etc. y sigue igual. La victoria es suya, utilizando las armas. Y el Dios poderoso actuará su favor. Recuérdelo siempre y utilice lo que Dios le ha dado.
Oración: Padre hoy conozco que me has dado armas espirituales poderosas para destruir toda fortaleza que se haya levantado en mi vida contra el conocimiento de tu palabra. Las utilizaré y veré tu gloria manifestada en mi vida. Soy un triunfador. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina
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NOTICIAS CRISTIANAS
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El mito de dormir ocho horas
A menudo nos preocupa quedarnos desvelados durante la noche, sin saber que eso podría ayudarnos. Tanto la ciencia como la historia parecen confirmar cada vez más que ocho horas de sueño podrían ser antinaturales.
A principios de la década de los '90, el psiquiatra Thomas Wehr realizó un experimento en el cual se dejaba a un grupo de personas en la oscuridad durante 14 horas cada día durante un mes.
Hizo falta tiempo para que el sueño se regulara, pero para la cuarta semana los individuos habían adquirido un patrón muy diferente: primero dormían durante cuatro horas y luego se despertaban durante una o dos antes de caer en otro sueño de cuatro horas.
Aunque los científicos del sueño quedaron impresionados por el estudio, la idea de que debemos dormir ocho horas consecutivas se mantiene entre el público general.
En 2001, el historiador Roger Ekirch del Virginia Tech, publicó un artículo que resultó premonitorio -basado en 16 años de investigación- que revelaba una enorme cantidad de pruebas históricas de que los humanos solían dormir en dos tramos de tiempo diferentes.
A principios de la década de los '90, el psiquiatra Thomas Wehr realizó un experimento en el cual se dejaba a un grupo de personas en la oscuridad durante 14 horas cada día durante un mes.
Hizo falta tiempo para que el sueño se regulara, pero para la cuarta semana los individuos habían adquirido un patrón muy diferente: primero dormían durante cuatro horas y luego se despertaban durante una o dos antes de caer en otro sueño de cuatro horas.
Aunque los científicos del sueño quedaron impresionados por el estudio, la idea de que debemos dormir ocho horas consecutivas se mantiene entre el público general.
En 2001, el historiador Roger Ekirch del Virginia Tech, publicó un artículo que resultó premonitorio -basado en 16 años de investigación- que revelaba una enorme cantidad de pruebas históricas de que los humanos solían dormir en dos tramos de tiempo diferentes.
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