¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


jueves, 23 de marzo de 2017

Arrullo consolador



Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros… (v. 13).
Lectura: Isaías 66:12-16
La Biblia en un año: Lucas 1:57-80
Mi amiga me confió el privilegio de sostener a su preciosa hija de cuatro días de edad. Poco después de tomarla en mis brazos, la bebé empezó a protestar. La abracé un poco más, puse suavemente mi mejilla contra su cabeza, y empecé a hamacarla y a tararearle con delicadeza para calmarla. A pesar de mis denodados esfuerzos y mis más de quince años de criar hijos, no lo logré. Se ponía cada vez peor, hasta que volví a colocarla en el hueco arrullador del brazo de su mamá. La paz la envolvió casi de inmediato; dejó de llorar y su cuerpecito recién nacido se relajó en la seguridad en la que ya confiaba. Mi amiga sabía exactamente cómo sostener y palmear a su hijita para aliviar su malestar.
Dios consuela a sus hijos como lo hace una madre: mostrando ternura, confiabilidad y diligencia al esforzarse para calmar a su bebé. Cuando estamos cansados o decepcionados, el Señor nos arrulla cariñosamente en sus brazos. Como nuestro Padre y Creador, nos conoce íntimamente. Por eso, podemos decir con el profeta: «¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!» (Isaías 26:3 ntv).
Cuando los problemas nos agobien, el consuelo está en saber que Él nos protege y lucha por nosotros, sus hijos, como un padre amoroso.
— kh
Señor, abrázame fuerte.
El consuelo de Dios nos calma por completo.

¿Por qué cosas te conocen?
[Moisés tuvo] por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón (v. 26).
Lectura: Hebreos 11:23-28
La Biblia en un año: Lucas 1:39-56
En un antiguo campo de concentración japonés en China, hay una lápida dedicada a un hombre que murió allí en 1945, que dice: «Eric Liddell nació en Tianjin en 1902, hijo de escoceses. Su carrera alcanzó la cima al ganar la medalla de oro en la competición de 400 metros en los Juegos Olímpicos de 1924. Posteriormente, regresó a China a trabajar como maestro en Tianjin […]. Pasó toda su vida alentando a los jóvenes a hacer todo lo posible para el mejoramiento de la humanidad».
Para muchos, el mayor logro de Eric fue en la esfera deportiva, pero también se lo recuerda por su contribución a la juventud de Tianjin, en China, país en donde nació y al que amaba. Vivió y sirvió por fe.
¿Por qué cosas se acordarán de nosotros? Nuestros logros académicos, posición laboral o éxito financiero quizá nos concedan el reconocimiento de los demás, pero lo que perdurará después de que hayamos partido es el trabajo silencioso que hayamos hecho en la vida de otras personas.
Hebreos 11, el capítulo de la fe en la Biblia, recuerda a Moisés como alguien que prefirió ponerse del lado de los israelitas en vez de disfrutar de los tesoros de Egipto (v. 26). Guió y sirvió por fe al pueblo de Dios.
— C. P. Hia
Señor, muéstrame hoy cómo puedo marcar una diferencia en la vida de los demás.
El éxito verdadero es la fidelidad a Dios.
Nuestro Pan Diario
-----------------------------------------------------------------
NOTICIAS CRISTIANAS












 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario