…
vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la
tierra (v. 3).
Lectura:
Oseas 6:1-4
La
Biblia en un año: Lucas 1:21-38
Necesitaba
un descanso y fui a caminar por un parque cercano. Mientras andaba por un
sendero, una ráfaga de verde me llamó la atención. En medio del barro,
aparecían brotes de vida que, en pocas semanas, se convertirían en alegres
narcisos, anunciando la llegada de la primavera y el calor. ¡Había pasado otro
invierno…!
Cuando
leemos el libro de Oseas, ciertas partes pueden parecer un invierno implacable.
El Señor le encomendó a este profeta la desagradable tarea de casarse con una
mujer infiel, como un cuadro del amor del Creador por Israel (1:2-3). Gomer, la
esposa de Oseas, rompió los votos matrimoniales, pero el profeta la recibió de
nuevo, anhelando que ella lo amara con devoción (3:1-3). Del mismo modo, el
Señor desea que lo amemos con una intensidad y consagración que no se evapore
como el rocío matinal.
¿Cómo
es nuestra relación con Dios? ¿Lo buscamos mayormente en los momentos
difíciles, tratando de encontrar respuestas en medio de nuestra angustia, pero
lo ignoramos durante las etapas felices? ¿Somos como los israelitas, fácilmente
atraídos por los ídolos de nuestra época como el exceso de actividades, el
éxito o la posición?
Consagrémonos
hoy nuevamente al Señor, cuyo amor por nosotros es tan indudable como que las
flores aparecen en primavera.
Señor,
ayúdame a amarte de todo corazón.
Aunque
le seamos infieles a Dios, Él nunca se alejará de nosotros.
Correr
y descansar
[Jesús]
les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco… (v.
31).
Lectura:
Marcos 6:30-46
La
Biblia en un año: Lucas 1:1-20
El
titular me llamó la atención: «El descanso es importante para los corredores».
El artículo de un exmiembro de una selección nacional de corredores de montaña
enfatizaba un principio que, a veces, los atletas dedicados ignoran: el cuerpo
necesita descansar y recuperarse después del ejercicio. Y agregaba:
«Fisiológicamente, las adaptaciones que ocurren como resultado del
entrenamiento solo se producen durante el descanso. Esto significa que
descansar es tan importante como los ejercicios».
Lo
mismo sucede con la fe y el servicio. Es esencial descansar con regularidad
para evitar el agotamiento y el desánimo. Jesús buscó el equilibrio espiritual
durante su vida en la Tierra, aun frente a demandas importantes. Cuando sus
discípulos volvieron de un extenuante viaje de enseñanza y
sanidades, Jesús les dijo: «Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y
descansad un poco» (Marcos 6:31). Pero una gran multitud los siguió; entonces,
Jesús les enseñó y les dio de comer (vv. 32-44). Cuando se retiraron todos, Él
«fue al monte a orar» (v. 46).
Si
lo que define nuestra vida es el trabajo, lo que hacemos se torna cada vez más
ineficaz. Jesús nos invita a reunirnos con Él en un lugar tranquilo para orar y
descansar.
Señor,
gracias por tu ejemplo en la oración y el descanso. Ayúdame a imitarte.
En
nuestra vida de fe y servicio, el descanso es tan importante como el trabajo.
Nuestro
Pan Diario
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