…
por gracia sois salvos… (v. 5).
Lectura:
Efesios 2:1-10
La
Biblia en un año: Marcos 1:23-45
En
México, no puede haber una fiesta sin piñata: un recipiente de cartón o arcilla
lleno de golosinas. Los niños la golpean con un palo y tratan de romperla, con
la esperanza de disfrutar de su contenido.
En
el siglo xvi, los monjes usaban las piñatas como herramientas de enseñanza para
los aborígenes de México. Eran estrellas con siete puntas que
representaban los siete pecados capitales. Golpear la piñata simbolizaba la
lucha contra el mal; la gente podía llevar a su casa las golosinas que caían
como un recordatorio de las recompensas por guardar la fe.
Pero
nosotros no podemos luchar solos contra el mal. Dios no está esperando ver
nuestros esfuerzos para mostrarnos su misericordia. Efesios enseña: «por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios»
(2:8). Nosotros no derrotamos el pecado; Cristo ya lo hizo.
Los
niños luchan para conseguir los dulces de la piñata, pero los regalos de Dios
nos llegan a todos cuando creemos en Jesús. Él «nos bendijo con toda bendición
espiritual» (1:3). Tenemos perdón de pecados, redención, adopción, vida nueva,
gozo, amor y mucho más. Estas bendiciones espirituales no las conseguimos por
guardar la fe o ser fuertes, sino por creer en Jesús. Todo viene por gracia…
¡gracia inmerecida!
Señor,
gracias por la salvación en Cristo.
Fuimos
salvos por gracia. Ahora, disfrutamos las bendiciones que esa gracia trae.
El
faro
…
[El Señor concede] gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto…
(v. 3).
Lectura:
Isaías 61:1-6
La
Biblia en un año: Marcos 1:1-22
L a
sola existencia de un centro misionero evangélico en Ruanda, llamado «Faro»,
representa la redención. Está ubicado en un terreno donde el presidente del
país tenía una casa espléndida durante el genocidio de 1994. Sin embargo, esta
nueva estructura fue construida por cristianos, para ser un faro de luz y
esperanza. Alberga un instituto bíblico —donde se prepara a una nueva
generación de líderes cristianos—, un hotel, un restaurante y otros servicios
para la comunidad. De las cenizas, ha surgido vida nueva. Los que construyeron
el Faro se inspiran en Jesús como su fuente de esperanza y redención.
Cuando
Jesús fue a la sinagoga de Nazaret en el día de reposo, leyó del libro de
Isaías y anunció que Él era el Ungido que proclamaba el favor del Señor (ver
Lucas 4:14-21); el que había venido a sanar a los quebrantados y ofrecer
redención y perdón. Jesús es la belleza que surge de las cenizas (Isaías 61:3).
Al
descubrir las atrocidades que se cometieron durante el genocidio en Ruanda, que
se cobró más de medio millón de vidas, no sabemos qué decir. Pero sí sabemos
que el Señor puede redimir las atrocidades… aquí o en el cielo. Aquel que
concede óleo de gozo en lugar de luto da esperanza en medio de las situaciones
más sombrías.
— amb
Señor,
muestra tu misericordia a los que sufren.
Jesús
vino a traernos esperanza en medio de las circunstancias más oscuras
Ver
el mañana
Porque
por fe andamos, no por vista (v. 7).
Lectura:
2 Corintios 5:1-9
La
Biblia en un año: Mateo 28
Me
encanta mirar el cielo cuando no hay ninguna nube. Es una parte hermosa de la
obra maestra de nuestro gran Creador, que se nos dio para disfrutarla. Imagina
cuántos pilotos disfrutarán semejante panorama. Ellos usan varios términos
aeronáuticos para describir un cielo perfecto para volar, pero la frase que más
me gusta es: «Puedes ver el mañana».
«Ver
el mañana» no está a nuestro alcance. A veces, hasta luchamos por ver o
entender lo que la vida nos trae hoy. La Biblia nos dice: «no sabéis lo que
será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece
por un poco de tiempo, y luego se desvanece» (Santiago 4:14).
Pero
nuestra visión limitada no es razón para desesperarse, sino todo lo contrario.
Confiamos en el Dios que ve a la perfección todos nuestros mañanas; que conoce
lo que necesitamos para enfrentar los desafíos que están por delante. El
apóstol Pablo lo sabía, por eso nos anima con palabras esperanzadoras: «Porque
por fe andamos, no por vista» (2 Corintios 5:7).
Si
confiamos en Dios hoy y para los mañanas aún invisibles, no hay por qué
preocuparse de nada que surja en nuestra vida. Él sabe qué está por delante, y
es lo suficientemente poderoso y sabio como para controlarlo.
Señor,
enséñame hoy a confiar en tu bondad y no preocuparme por el mañana.
Dios
ve el principio y el final.
Nuestro
Pan Diario
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