“Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:9-12
La vida cristiana no es una vida de luchas y pruebas agobiantes, es una vida de bendición y victoria. Cristo nos ha hecho más que vencedores y todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder (2 Pedro 1:3). Hay cosas mejores y que están incluidas en el paquete de la salvación que debemos disfrutar. Son para aquí y ahora.
Nada de lo que usted haya hecho por amor a Dios, sirviéndole, será sin recompensa. Cada esfuerzo de amor, cada pacto de bendición, su fiel diezmar y sus ofrendas están delante de su Padre, y Él es galardonador. Él mismo fue el que dijo que todo lo que el hombre siembre eso cosechará. Por lo tanto, cuide que su ánimo no decaiga. Mantenga la fe. Dios no miente. Espere la cosecha porque vendrá.
Trabaje con su paciencia. Es la fuerza espiritual que sostiene la fe hasta ver los resultados. Tener paciencia es perseverar en lo que usted se propuso y cree hasta el fin, es permanecer haciendo lo que dice la Palabra hasta triunfar.
Abraham perseveró en la promesa de Dios y la alcanzó. (vs 15). Hay quienes creen efusivamente, siembran su semilla y luego cuando viene un problema dejan de creer y de esperar su cosecha, dicen “no resulta” (Marcos 4:16). Eso no es así, hay un tiempo entre que la semilla echa raíces y da el fruto y debe aguardar ese tiempo con paciencia, no resignación, paciencia, sabiendo que la cosecha ya viene.
Si usted es fiel diezmador, si está comprometido sembrando en la obra de su Padre, no dude, persevere con la misma solicitud de servicio hasta el fin, porque hay recompensa para su trabajo. (Isaías 60:1-7)
Oración: Padre, gracias por Tu Palabra. Mantendré la misma solicitud y obediencia hasta el fin. Sé que disfrutaré de las bendiciones. En el nombre de Jesús. Amén.
Por Rev. Juan O. Crudo. Pastor del Ministerio Cristo la solución
Nada de lo que usted haya hecho por amor a Dios, sirviéndole, será sin recompensa. Cada esfuerzo de amor, cada pacto de bendición, su fiel diezmar y sus ofrendas están delante de su Padre, y Él es galardonador. Él mismo fue el que dijo que todo lo que el hombre siembre eso cosechará. Por lo tanto, cuide que su ánimo no decaiga. Mantenga la fe. Dios no miente. Espere la cosecha porque vendrá.
Trabaje con su paciencia. Es la fuerza espiritual que sostiene la fe hasta ver los resultados. Tener paciencia es perseverar en lo que usted se propuso y cree hasta el fin, es permanecer haciendo lo que dice la Palabra hasta triunfar.
Abraham perseveró en la promesa de Dios y la alcanzó. (vs 15). Hay quienes creen efusivamente, siembran su semilla y luego cuando viene un problema dejan de creer y de esperar su cosecha, dicen “no resulta” (Marcos 4:16). Eso no es así, hay un tiempo entre que la semilla echa raíces y da el fruto y debe aguardar ese tiempo con paciencia, no resignación, paciencia, sabiendo que la cosecha ya viene.
Si usted es fiel diezmador, si está comprometido sembrando en la obra de su Padre, no dude, persevere con la misma solicitud de servicio hasta el fin, porque hay recompensa para su trabajo. (Isaías 60:1-7)
Oración: Padre, gracias por Tu Palabra. Mantendré la misma solicitud y obediencia hasta el fin. Sé que disfrutaré de las bendiciones. En el nombre de Jesús. Amén.
Por Rev. Juan O. Crudo. Pastor del Ministerio Cristo la solución
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