¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


martes, 13 de octubre de 2009

Jesús nos libera de la culpabilidad (3)

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9

¿De qué nos libera el Señor Jesús cuando lo recibimos por la fe? Primero, de la culpabilidad tan característica de la experiencia humana. Muchos prisioneros han testificado cuán doloroso y agobiante era ese sentimiento de culpa en la soledad de una celda. La primera palabra del Señor Jesús al paralítico fue: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Marcos 2:5).
Ninguno de nosotros escapa de la culpabilidad, todos somos culpables, pues nos hemos sublevado contra el amor y la autoridad de Dios y contra el bien del prójimo. Todos, en un momento u otro, hemos hecho lo que sabemos que no es justo. Nadie puede ser verdaderamente libre con tal peso en la conciencia, pero Jesús llevó nuestro pecado y nuestra culpabilidad al morir por nosotros en la cruz para que pudiésemos ser perdonados y justificados (Romanos 5:8; 1 Tes. 5:10). Así, Dios borra la culpabilidad del que cree en Jesús (Salmo 34:22) y libera nuestra conciencia del peso de nuestros pecados. No tenemos que ganarnos este alivio, pues lo recibimos por la fe, como un don de Dios (Romanos 3:24, 28).
Cristianos, la muerte de Cristo nos libera y nos purifica de todas nuestras faltas, tanto de las que cometimos antes de nuestra conversión, como de aquellas en las cuales incurrimos después de la misma. Naturalmente, debemos esforzarnos en reparar las faltas cometidas contra el prójimo, pero no olvidemos que al creer en Jesús, nuestra relación con Dios nuestro Padre fue establecida una vez para siempre.
(La serie «Libre en Cristo» continuará mañana).

--------------------------------------------------------------------------------
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
http://labuenasemilla.net calendarios@labuenasemilla.net
http://ediciones-biblicas.ch

No hay comentarios:

Publicar un comentario