“Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi” 2 Crónicas 20:1-2
¿Cómo podemos poner bajo control nuestra vida y tener victoria?
En primer lugar, no mire esto como cosa lejana, empiece de a poco y lo logrará.
Miremos lo que relatan las escrituras con respecto al rey Josafat. Él recibió una mala noticia. Una multitud de enemigos lo atacaban. Eran tantos que cada judío debería enfrentar a 10.000 enemigos. Cualquiera en su lugar se hubiera rendido. Era humanamente imposible esperar una victoria de su parte.
Pero preste atención a lo que el rey hizo porque esto lo puede ayudar.
1°- Él buscó a Dios cuando el miedo vino. El miedo viene a cualquier persona y en cualquier nivel. Cuando esto le suceda, no lo diga y no lo asuma. El enemigo trabaja para entrar en sus emociones por diferentes caminos, no tenga miedo.
2°- El rey habló. En la lengua está la vida y la muerte. Cuando usted empieza a hablar creyendo y con el conocimiento correcto, la victoria es inminente. Hable poder. No alimente al miedo. Magnifique al Señor.
De los problemas salimos confesando y magnificando a Dios.
3°- Recordó victorias del pasado. Si uno recuerda derrotas del pasado, las potencializa y las habilita para que se hagan presentes de nuevo en su vida. David recordó como peleó contra el león y el oso, y como Dios estuvo con él en esas oportunidades, por eso dijo “ahora también lo hará”
4°- Liberó la fe. Él clamo a Dios. Clame y Él lo oirá y traerá liberación.
5°- Recordó su herencia. Usted tiene un pacto y una herencia. Lo que es de Cristo, es suyo.
Lea 2 Crónicas 20:18-25. La actitud del rey hizo participar al Espíritu Santo en la batalla. No mire más las circunstancias. Magnifíquelo. Mientras ellos adoraban, los enemigos se mataban entre sí. Los judíos terminaron juntando las riquezas que sus enemigos poseían. No olvide esto, el problema de hoy puede ser grande pero Dios es más grande.
Oración: Padre no retrocederé. Tengo derecho a ser feliz. Hoy es un buen día para levantarme en victoria, confiaré en Ti bajo cualquier circunstancia. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo.
¿Cómo podemos poner bajo control nuestra vida y tener victoria?
En primer lugar, no mire esto como cosa lejana, empiece de a poco y lo logrará.
Miremos lo que relatan las escrituras con respecto al rey Josafat. Él recibió una mala noticia. Una multitud de enemigos lo atacaban. Eran tantos que cada judío debería enfrentar a 10.000 enemigos. Cualquiera en su lugar se hubiera rendido. Era humanamente imposible esperar una victoria de su parte.
Pero preste atención a lo que el rey hizo porque esto lo puede ayudar.
1°- Él buscó a Dios cuando el miedo vino. El miedo viene a cualquier persona y en cualquier nivel. Cuando esto le suceda, no lo diga y no lo asuma. El enemigo trabaja para entrar en sus emociones por diferentes caminos, no tenga miedo.
2°- El rey habló. En la lengua está la vida y la muerte. Cuando usted empieza a hablar creyendo y con el conocimiento correcto, la victoria es inminente. Hable poder. No alimente al miedo. Magnifique al Señor.
De los problemas salimos confesando y magnificando a Dios.
3°- Recordó victorias del pasado. Si uno recuerda derrotas del pasado, las potencializa y las habilita para que se hagan presentes de nuevo en su vida. David recordó como peleó contra el león y el oso, y como Dios estuvo con él en esas oportunidades, por eso dijo “ahora también lo hará”
4°- Liberó la fe. Él clamo a Dios. Clame y Él lo oirá y traerá liberación.
5°- Recordó su herencia. Usted tiene un pacto y una herencia. Lo que es de Cristo, es suyo.
Lea 2 Crónicas 20:18-25. La actitud del rey hizo participar al Espíritu Santo en la batalla. No mire más las circunstancias. Magnifíquelo. Mientras ellos adoraban, los enemigos se mataban entre sí. Los judíos terminaron juntando las riquezas que sus enemigos poseían. No olvide esto, el problema de hoy puede ser grande pero Dios es más grande.
Oración: Padre no retrocederé. Tengo derecho a ser feliz. Hoy es un buen día para levantarme en victoria, confiaré en Ti bajo cualquier circunstancia. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo.
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