“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” Mateo 9:35 y 36
El versículo de Mateo dice que Jesús andaba recorriendo las ciudades y aldeas y hacía tres cosas: Enseñaba, predicaba y sanaba. Enseñaba en las sinagogas, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia, o sea, no sólo exterior, sino interior, del espíritu.
Y fíjese lo que dice que le pasaba a las multitudes entre las cuales él se movía: estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Hay dos cosas que suceden cuando la gente no tiene pastor:
1. Quedan desamparadas.
2. Se dispersan.
Cuando alguien se encuentra desamparado no tiene fuerzas en los momentos difíciles, no tiene fortaleza porque están desconectas de su protector, de su cuidador. No tienen a quien recurrir. Llevándolo al terreno espiritual, una persona que no está conectada a un pastor, a una visión, está en peligro porque no tiene cobertura. Es una persona que está expuesta a cualquier mal que ande rondando por ahí.
Lo otro que le sucede a alguien que no tiene pastor es que se dispersa, y esto quiere decir que anda por cualquier lugar, le da lo mismo un rebaño que otro, una iglesia que otra. La dispersión es algo que se coloca entre la voluntad de la persona y la voluntad de Dios y hace que la persona no sepa qué dirección tomar, qué cosas elegir porque no está bajo ninguna cobertura.
El Buen Pastor es el que recibe y alimenta a las ovejas con el alimento espiritual que produce la fe que mueve montañas. Jesús tuvo compasión de la gente y eso es un poder espiritual que trae restauración a las vidas. Les trajo alimento y sanidad. Les ofreció una nueva vida a su lado, en su rebaño.
Cuando una persona se aparta del rebaño, del pastor, de una visión, ya no tiene quién le enseñe, quién le predique y quién le dé la sanidad. Se encuentra sin cobertura. Por eso en este día le animo a que no se aparte de su pastor, no se quede sin cobertura. Recuerde que el Jefe de los pastores, Cristo, alimenta con ciencia y con inteligencia a sus pastores y éstos cada uno a su rebaño. Usted debe pertenecer a un rebaño donde se predique el evangelio completo para poder recibir el alimento. No esté desamparado ni disperso. Eso no le dará ningún beneficio y se perderá las bendiciones de estar conectado.
Oración: Padre, en este día entiendo que soy parte de un rebaño que tú alimentas a través de un pastor ungido por Ti. Declaro que no me apartaré para no quedar sin cobertura, desamparado y disperso. Gracias por tus pastores que están llenos de ciencia e inteligencia. Los bendigo, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo.
El versículo de Mateo dice que Jesús andaba recorriendo las ciudades y aldeas y hacía tres cosas: Enseñaba, predicaba y sanaba. Enseñaba en las sinagogas, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia, o sea, no sólo exterior, sino interior, del espíritu.
Y fíjese lo que dice que le pasaba a las multitudes entre las cuales él se movía: estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Hay dos cosas que suceden cuando la gente no tiene pastor:
1. Quedan desamparadas.
2. Se dispersan.
Cuando alguien se encuentra desamparado no tiene fuerzas en los momentos difíciles, no tiene fortaleza porque están desconectas de su protector, de su cuidador. No tienen a quien recurrir. Llevándolo al terreno espiritual, una persona que no está conectada a un pastor, a una visión, está en peligro porque no tiene cobertura. Es una persona que está expuesta a cualquier mal que ande rondando por ahí.
Lo otro que le sucede a alguien que no tiene pastor es que se dispersa, y esto quiere decir que anda por cualquier lugar, le da lo mismo un rebaño que otro, una iglesia que otra. La dispersión es algo que se coloca entre la voluntad de la persona y la voluntad de Dios y hace que la persona no sepa qué dirección tomar, qué cosas elegir porque no está bajo ninguna cobertura.
El Buen Pastor es el que recibe y alimenta a las ovejas con el alimento espiritual que produce la fe que mueve montañas. Jesús tuvo compasión de la gente y eso es un poder espiritual que trae restauración a las vidas. Les trajo alimento y sanidad. Les ofreció una nueva vida a su lado, en su rebaño.
Cuando una persona se aparta del rebaño, del pastor, de una visión, ya no tiene quién le enseñe, quién le predique y quién le dé la sanidad. Se encuentra sin cobertura. Por eso en este día le animo a que no se aparte de su pastor, no se quede sin cobertura. Recuerde que el Jefe de los pastores, Cristo, alimenta con ciencia y con inteligencia a sus pastores y éstos cada uno a su rebaño. Usted debe pertenecer a un rebaño donde se predique el evangelio completo para poder recibir el alimento. No esté desamparado ni disperso. Eso no le dará ningún beneficio y se perderá las bendiciones de estar conectado.
Oración: Padre, en este día entiendo que soy parte de un rebaño que tú alimentas a través de un pastor ungido por Ti. Declaro que no me apartaré para no quedar sin cobertura, desamparado y disperso. Gracias por tus pastores que están llenos de ciencia e inteligencia. Los bendigo, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo.
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