Cierre las puertas

“Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.” Proverbios 26:2
Si usted deja las puertas abiertas de su casa, se expone a peligros. Algún animal, o algún desconocido con malas intenciones pueden entrar. Espiritualmente hablando, hay cristianos que dejan las puertas abiertas para que algo del enemigo tenga la libertad de entrar. Quizás usted está pasando por problemas, el diablo ha colocado obstáculos en su camino para mantenerlo bloqueado y usted ha tratado de superarlos y no lo ha logrado. Bien, examine si no ha dejado una puerta abierta. ¿Ha hecho todo lo posible para caminar en amor? ¿Ha permitido la falta de perdón hacia alguien en su corazón? Usted sabe que la falta de perdón no deja que su fe opere correctamente, porque la fe obra por el amor, y el amor siempre perdona.
Nosotros podemos creer en Dios para nuestra sanidad, pero al mantener la falta de perdón dentro de nuestro corazón, nuestra fe no funcionará. La bendición de la buena salud estará bloqueada. Hay personas que piensan que no pueden perdonar. Piensan que el diablo les impide hacerlo. Pero no es el diablo el que se lo impide, sino su propia carne. Y usted tiene autoridad para colocar la carne bajo control.
Si quiere ver la salud en orden, comience a fluir en el amor y el perdón. Para perdonar no es necesario sentirlo, hace falta tomar una decisión. Podemos reforzar el compromiso de perdonar haciéndolo una vez y otra vez.
Vale la pena el esfuerzo porque los resultados serán de bendición para todas las áreas de la vida. Cuando mantenemos las puertas cerradas, no hay nada, ni nadie que pueda entrar a robar las bendiciones.
Oración: Padre, soy tu hijo, y rehúso andar con falta de perdón en mi corazón. Le cierro la puerta al enemigo y no permito que la maldición entre a mi vida. Yo elijo perdonar por lo que me han hecho y voy a caminar en amor. En el Nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo.