“Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.” Jueces 6:12 y 13
Fíjese que el ángel habla un lenguaje, él habla de la fortaleza que hay en la vida de Gedeón, y Gedeón habla de debilidades, de las circunstancias. Hay que hablar como Dios habla porque eso es mirar las cosas como Dios las ve, y no hablar como habla el mundo. La imagen interior que Gedeón tenía era una imagen negativa y tenía que cambiarla para poder ir hacia su destino de bendición y victoria. Debía hacerlo para ser la persona utilizada por Dios para liberar a su pueblo de una manera grande y poderosa. La imagen interior es fundamental para nosotros también porque según esa imagen es cómo vamos a actuar. Aunque veamos la información del mundo, tengo que ver las cosas como Dios la ve, hablar las cosas que Dios habla y hacer las cosas como Dios las hace, porque esa es la información correcta. Usted va a escuchar muchas cosas y eso le va a robar su destino de bendición. Recuerde que Zaqueo, quien desde que escuchó a Jesús que le dijo que se baje del árbol hasta que entró en su casa, también escuchó a la gente hablar. Ellos le decían todas cosas malas y negativas. Pero ni Zaqueo, ni Jesús escucharon lo negativo de la gente. Hay que ser sordo para lo negativo y tener un oído bien afinado para escuchar lo de Dios. Dios le dijo a Gedeón: “Ve con estas tus fuerzas porque te envió yo y yo iré contigo.” Eso era lo que él tenía que escuchar y tenía que hablar a partir de ese momento. ¿Qué le responde Gedeón? Le dice: “Tengo una familia débil, que no puede.” Eso no era lo que Dios quería que él hablara.
Declare: ¡con Dios se puede y con Dios hay victoria! Dios quiere que usted mire cada situación que enfrenta desde la perspectiva de Él y no de la suya. Porque al obedecer y hacerlas a Su manera, estamos diciendo: “Señor, yo estoy mirando las cosas desde tu perspectiva y no desde la mía.” Entonces eso será lo que saldrá de su boca, porque es lo que está creyendo.
Gedeón no es el único que comete este tipo de error. Hay muchos cristianos hoy que hacen lo mismo. Vienen a la iglesia y le dan mucha gloria a Dios, pero después en vez de enfrentar las cosas, solucionarlas y transformarlas con la fe en Dios, dicen: “en algún momento se van a solucionar”. Pero sepa que en usted está la vida de Dios, la vida del cielo, y todas las posibilidades están de su lado. Entonces hable lo del cielo. Confiese que todo lo puede con Dios, hable Su Palabra que lo llevará hacia la victoria. Usted es un ganador.
Oración: Padre, hoy comenzaré a hablar lo que tú dices y no me dejaré influenciar por las circunstancias negativas. Creo a tu Palabra, la confesaré cada día. En el nombre de Jesús, amén.
Fíjese que el ángel habla un lenguaje, él habla de la fortaleza que hay en la vida de Gedeón, y Gedeón habla de debilidades, de las circunstancias. Hay que hablar como Dios habla porque eso es mirar las cosas como Dios las ve, y no hablar como habla el mundo. La imagen interior que Gedeón tenía era una imagen negativa y tenía que cambiarla para poder ir hacia su destino de bendición y victoria. Debía hacerlo para ser la persona utilizada por Dios para liberar a su pueblo de una manera grande y poderosa. La imagen interior es fundamental para nosotros también porque según esa imagen es cómo vamos a actuar. Aunque veamos la información del mundo, tengo que ver las cosas como Dios la ve, hablar las cosas que Dios habla y hacer las cosas como Dios las hace, porque esa es la información correcta. Usted va a escuchar muchas cosas y eso le va a robar su destino de bendición. Recuerde que Zaqueo, quien desde que escuchó a Jesús que le dijo que se baje del árbol hasta que entró en su casa, también escuchó a la gente hablar. Ellos le decían todas cosas malas y negativas. Pero ni Zaqueo, ni Jesús escucharon lo negativo de la gente. Hay que ser sordo para lo negativo y tener un oído bien afinado para escuchar lo de Dios. Dios le dijo a Gedeón: “Ve con estas tus fuerzas porque te envió yo y yo iré contigo.” Eso era lo que él tenía que escuchar y tenía que hablar a partir de ese momento. ¿Qué le responde Gedeón? Le dice: “Tengo una familia débil, que no puede.” Eso no era lo que Dios quería que él hablara.
Declare: ¡con Dios se puede y con Dios hay victoria! Dios quiere que usted mire cada situación que enfrenta desde la perspectiva de Él y no de la suya. Porque al obedecer y hacerlas a Su manera, estamos diciendo: “Señor, yo estoy mirando las cosas desde tu perspectiva y no desde la mía.” Entonces eso será lo que saldrá de su boca, porque es lo que está creyendo.
Gedeón no es el único que comete este tipo de error. Hay muchos cristianos hoy que hacen lo mismo. Vienen a la iglesia y le dan mucha gloria a Dios, pero después en vez de enfrentar las cosas, solucionarlas y transformarlas con la fe en Dios, dicen: “en algún momento se van a solucionar”. Pero sepa que en usted está la vida de Dios, la vida del cielo, y todas las posibilidades están de su lado. Entonces hable lo del cielo. Confiese que todo lo puede con Dios, hable Su Palabra que lo llevará hacia la victoria. Usted es un ganador.
Oración: Padre, hoy comenzaré a hablar lo que tú dices y no me dejaré influenciar por las circunstancias negativas. Creo a tu Palabra, la confesaré cada día. En el nombre de Jesús, amén.
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