Por. Luis Eduardo Cantero, Argentina
Hola mis queridos amigos (as), colegas y consiervos. Se han puesto a pensar sobre sus sueños, somos el producto de esos sueños. Estamos haciendo lo que un día soñamos, lo que queríamos ser, nos sentimos felices en lo que hacemos. He escuchado a personas cristianas, que me han dicho yo tenía un sueño de ser tal cosa, pero el Señor (Dios) cambió mi sueño, me tuve que dedicarme al pastorado, a las misiones o la docencia. Esto es frustración, mala lectura e interpretación de la Palabra de Dios o la escucha del Señor. Hablo de mi experiencia, aunque todavía falta otro sueño por cumplir; siempre soñé con alcanzar un doctorado, estudiar en las mejores (para mí) universidades y seminarios para servirle al Señor y no solo de mi País (visite mi website: www.luiseduardocantero.es.tl). También vivir, conocer otros países, escribir, ser pastor, conferencista, decano y docente universitario y/o teológico, cosa que he logrado. Hoy puedo decir que soy el producto de mis sueños, nunca me sentí derrotado, aunque muchas personas fueron usadas por el mal para que yo me apartara de mis metas a corto y largo plazo, que afloje un poco. No le hice caso, desecho todo comentario de esas personas toxicas, que algunos lo hacen por envidia o por otra cosa.
Muchas personas que hoy están ejerciendo profesiones seculares o religiosas no dan fruto, porque tal vez no están haciendo lo que un día soñaron. Es así que usted encuentra a pastores, misioneros, docentes, administradores, etc., que hacen las cosas porque no saben hacer otra cosa. Por ejemplo hay iglesias que están bajando el número de feligreses, eso afecta el presupuesto económico que los lleva a cerrar ministerios o cerrar el templo ¿a que se debe esto, será que son culpables las ovejas? El pastor le tira la piedra a las ovejas y viceversa, todos son culpable, en primer lugar al pastor y segundo a las ovejas. Porque el pastor debe hacer una mirada introspectiva y ver si realmente ha sido llamado para llevar a cabo esa obra del Señor, tal vez le tocó asumir un rol al cual ni el mismo Dios lo había invitado: son pastores asalariado, sólo depende del dinero, no les importa si la iglesia no crece, las almas se vayan al infierno, etc. Segundo a las ovejas que no trabajan y que están ciega, no se dan cuenta que esa persona no tiene la unción divina, amor que lo une a Dios y a sus ovejas, y tampoco el respaldo de Dios: “Todo lo que haga prosperará.”
Es un ejemplo de lo que acontece en los profesionales religiosos, mucho más en lo secular, hacen las cosas porque sencillamente no tienen otra cosa que hacer. Viven frustrados, amargados, no hay pasión ni amor por la profesión que encara. Les pregunto ¿Qué pasó con sus sueños? No sea uno más dentro de esos millones de sueños que han muerto, porque nunca se decidieron a soñar en grande ni mucho menos a pensar en grande. Me da tristeza encontrar entre ellos a muchos cristianos potenciales, que teniendo al Señor como su fuente de guía no se hayan decidido a pensar en grande: a ensanchar sus estacas de su profesión, a expandir sus fronteras ni mucho menos conquistar esa tierra prometida de que “todo lo que haga prosperará”. Este soñar no es solo de los creyentes renovados o pentecostales, es propio de alguien que ha conocido al Señor, porque él cambio el curso de su historia, además, nos da sentido e importancia por ser mejor, si no lo haces entonces le digo amigo o hermano mío:
“Nuestro mas sincero pésame a los millones de Sueños que han muerto y siguen muriendo día a día! Es increíble ver cuantas personas tienen potencial para vivir una vida de sueño y simplemente se RINDEN Y DEJAN DE SOÑAR y se limitan a vivir una vida de frustración silenciosa” Te invito en el nombre de Jesús a Reencontrarte con tus sueños. “Sueña en grande y piensa en grande”, veras que todo es posible con el Señor, ahora te pido que dediques cinco minutos a ver este video. A la vez “Te felicito porque el hecho de que sigas leyendo esto nos da la pauta de que eres una persona que no se conforma y que quiere despertar ese gigante que tiene dormido! para vivir esa vida A LA CUAL FUE DESTINADO A VIVIR!” Estamos viviendo un mundo de Intenso cambio en lo económico, social, político, etc., las instituciones religiosas están en ese proceso, gracias a la ayuda de Dios, “todo mundo que se lo proponga tiene la posibilidad de que lo que ANTES LLAMABA SUEÑO SE CONVIERTA EN PARTE DE SU REALIDAD”
Te invito a dar ese primer paso, si aun no has aceptado a Cristo en tu corazón te invito a que lo haga y repita esta oración conmigo: Señor Jesús te pido que me perdone todos mis pecados, que he sido un orgullo y nunca te he invitado hacer parte de mis planes, he fracasado, pero ahora reconozco que sin ti no soy nada. Te invito a que entres en mi corazón y me hagas una nueva persona, que desde ahora en adelante tus promesas se cumpla en mi vida, que sea de bendición para otros. Ensancha mi territorio, mi profesión es vuestra profesión, dame una doble porción de tu Espíritu Santo y me dé una doble unción, que todo lo que yo haga prospere, en el nombre de Jesús, Amen.
Hola mis queridos amigos (as), colegas y consiervos. Se han puesto a pensar sobre sus sueños, somos el producto de esos sueños. Estamos haciendo lo que un día soñamos, lo que queríamos ser, nos sentimos felices en lo que hacemos. He escuchado a personas cristianas, que me han dicho yo tenía un sueño de ser tal cosa, pero el Señor (Dios) cambió mi sueño, me tuve que dedicarme al pastorado, a las misiones o la docencia. Esto es frustración, mala lectura e interpretación de la Palabra de Dios o la escucha del Señor. Hablo de mi experiencia, aunque todavía falta otro sueño por cumplir; siempre soñé con alcanzar un doctorado, estudiar en las mejores (para mí) universidades y seminarios para servirle al Señor y no solo de mi País (visite mi website: www.luiseduardocantero.es.tl). También vivir, conocer otros países, escribir, ser pastor, conferencista, decano y docente universitario y/o teológico, cosa que he logrado. Hoy puedo decir que soy el producto de mis sueños, nunca me sentí derrotado, aunque muchas personas fueron usadas por el mal para que yo me apartara de mis metas a corto y largo plazo, que afloje un poco. No le hice caso, desecho todo comentario de esas personas toxicas, que algunos lo hacen por envidia o por otra cosa.
Muchas personas que hoy están ejerciendo profesiones seculares o religiosas no dan fruto, porque tal vez no están haciendo lo que un día soñaron. Es así que usted encuentra a pastores, misioneros, docentes, administradores, etc., que hacen las cosas porque no saben hacer otra cosa. Por ejemplo hay iglesias que están bajando el número de feligreses, eso afecta el presupuesto económico que los lleva a cerrar ministerios o cerrar el templo ¿a que se debe esto, será que son culpables las ovejas? El pastor le tira la piedra a las ovejas y viceversa, todos son culpable, en primer lugar al pastor y segundo a las ovejas. Porque el pastor debe hacer una mirada introspectiva y ver si realmente ha sido llamado para llevar a cabo esa obra del Señor, tal vez le tocó asumir un rol al cual ni el mismo Dios lo había invitado: son pastores asalariado, sólo depende del dinero, no les importa si la iglesia no crece, las almas se vayan al infierno, etc. Segundo a las ovejas que no trabajan y que están ciega, no se dan cuenta que esa persona no tiene la unción divina, amor que lo une a Dios y a sus ovejas, y tampoco el respaldo de Dios: “Todo lo que haga prosperará.”
Es un ejemplo de lo que acontece en los profesionales religiosos, mucho más en lo secular, hacen las cosas porque sencillamente no tienen otra cosa que hacer. Viven frustrados, amargados, no hay pasión ni amor por la profesión que encara. Les pregunto ¿Qué pasó con sus sueños? No sea uno más dentro de esos millones de sueños que han muerto, porque nunca se decidieron a soñar en grande ni mucho menos a pensar en grande. Me da tristeza encontrar entre ellos a muchos cristianos potenciales, que teniendo al Señor como su fuente de guía no se hayan decidido a pensar en grande: a ensanchar sus estacas de su profesión, a expandir sus fronteras ni mucho menos conquistar esa tierra prometida de que “todo lo que haga prosperará”. Este soñar no es solo de los creyentes renovados o pentecostales, es propio de alguien que ha conocido al Señor, porque él cambio el curso de su historia, además, nos da sentido e importancia por ser mejor, si no lo haces entonces le digo amigo o hermano mío:
“Nuestro mas sincero pésame a los millones de Sueños que han muerto y siguen muriendo día a día! Es increíble ver cuantas personas tienen potencial para vivir una vida de sueño y simplemente se RINDEN Y DEJAN DE SOÑAR y se limitan a vivir una vida de frustración silenciosa” Te invito en el nombre de Jesús a Reencontrarte con tus sueños. “Sueña en grande y piensa en grande”, veras que todo es posible con el Señor, ahora te pido que dediques cinco minutos a ver este video. A la vez “Te felicito porque el hecho de que sigas leyendo esto nos da la pauta de que eres una persona que no se conforma y que quiere despertar ese gigante que tiene dormido! para vivir esa vida A LA CUAL FUE DESTINADO A VIVIR!” Estamos viviendo un mundo de Intenso cambio en lo económico, social, político, etc., las instituciones religiosas están en ese proceso, gracias a la ayuda de Dios, “todo mundo que se lo proponga tiene la posibilidad de que lo que ANTES LLAMABA SUEÑO SE CONVIERTA EN PARTE DE SU REALIDAD”
Te invito a dar ese primer paso, si aun no has aceptado a Cristo en tu corazón te invito a que lo haga y repita esta oración conmigo: Señor Jesús te pido que me perdone todos mis pecados, que he sido un orgullo y nunca te he invitado hacer parte de mis planes, he fracasado, pero ahora reconozco que sin ti no soy nada. Te invito a que entres en mi corazón y me hagas una nueva persona, que desde ahora en adelante tus promesas se cumpla en mi vida, que sea de bendición para otros. Ensancha mi territorio, mi profesión es vuestra profesión, dame una doble porción de tu Espíritu Santo y me dé una doble unción, que todo lo que yo haga prospere, en el nombre de Jesús, Amen.
Si eres creyente pídele a Dios que te dé una doble porción del Espíritu Santo, que te saque de ese millón de fracasados y te haga resplandecer como luz en el camino. Recuerda el poder de Dios es mas grande que cualquier problema que enfrentamos. Aun sigo soñando, sigo planeando como alcanzar otros sueños. No dejes de soñar y de emprender cosas grandes para el Señor, porque eso mismo recibirá.
*Luis Eduardo Cantero, pastor bautista, Decano del Seminario Teológico Misionero Tiranno de San Justo, Bs. As. Argentina.
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