Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. 1 Corintios 15:42-44
El que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús. 2 Corintios 4:14
Creer en la resurrección choca a la razón humana. Aun los discípulos de Jesús, testigos de la resurrección de varias personas que oyeron la poderosa voz del Maestro, en un primer momento no entendieron su mensaje, y eso que él les había repetido que resucitaría tres días después de su muerte. Mujeres que lo habían escuchado vinieron a ocuparse de su sepultura. Pero a este testimonio de afecto le respondió una voz angelical: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado” (Lucas 24:5- 6).
Los primeros discípulos empezaron por dudar, pero luego encontraron a Jesús resucitado. Después de cuarenta días vieron cómo fue alzado arriba al cielo. Luego de recibir al Espíritu Santo dieron testimonio de su resurrección.
Luego siguieron comprobando su presencia y su poder. Comprendieron que estaba vivo e intercedía por ellos. Así, entendieron lo que Jesús ya le había dicho a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Creyentes, ¡esta es nuestra seguridad con respecto a la vida eterna!
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© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
http://labuenasemilla.net calendarios@labuenasemilla.net
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El que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús. 2 Corintios 4:14
Creer en la resurrección choca a la razón humana. Aun los discípulos de Jesús, testigos de la resurrección de varias personas que oyeron la poderosa voz del Maestro, en un primer momento no entendieron su mensaje, y eso que él les había repetido que resucitaría tres días después de su muerte. Mujeres que lo habían escuchado vinieron a ocuparse de su sepultura. Pero a este testimonio de afecto le respondió una voz angelical: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado” (Lucas 24:5- 6).
Los primeros discípulos empezaron por dudar, pero luego encontraron a Jesús resucitado. Después de cuarenta días vieron cómo fue alzado arriba al cielo. Luego de recibir al Espíritu Santo dieron testimonio de su resurrección.
Luego siguieron comprobando su presencia y su poder. Comprendieron que estaba vivo e intercedía por ellos. Así, entendieron lo que Jesús ya le había dicho a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Creyentes, ¡esta es nuestra seguridad con respecto a la vida eterna!
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