Utilizando la habilidad dada

“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:21

Aunque usted escuche hoy en día que todo va marcha atrás, que cada vez el dinero alcanza para menos, que la gente se endeuda y se endeuda más, sepa que con Dios todo va en aumento para bien. Con Dios nada va a menos, todo va para más, todo crece y todo se multiplica.
Si usted leyó en Mateo 25 la parábola de los talentos podrá observar algunas cosas básicas para crecer en su capacidad de recibir. Porque Dios destinó abundancia para cada uno de nosotros.
Hay dos principios muy importantes en esto: el principio de la habilidad, que es el poder para hacer algunas cosas, y el principio de los recursos. Usted tiene que desarrollar esos recursos divinos con la habilidad que tiene para alcanzar los sueños de Dios. Dios proveerá todos los recursos necesarios para el cumplimiento de Sus sueños.
Ahora, es muy importante también que usted sepa que puede hacer crecer esa capacidad de recibir. El Espíritu Santo le va a ayudar a llevarlo adelante con acciones de fe para que se cumplan los sueños. Dentro de usted tiene el amor de Dios que todo lo puede y una fe que mueve montañas. Tiene todo lo que necesita para transformar todas las cosas.
Entonces no deje esa capacidad que le ha sido dada guardada en un cajón. Recuerde que tiene la habilidad de hacer crecer o multiplicar todos los recursos que llegan a sus manos. Utilice esa habilidad para ser productivo para el Reino de Dios. “Buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré” Multiplicación. Producción.
Todo lo que necesita ya le fue dado, conviértase en un buen siervo fiel y entrará en el gozo de su señor.
Oración: Padre, sé que de tus manos vienen todas las cosas. Gracias por ellas y por haberme dado esa capacidad para multiplicarlas. Nunca más me quedaré como estoy. Quiero ir en crecimiento. Tu palabra dice que debemos ir de gloria en gloria, por eso hoy me dispongo a serte fiel. Declaro que todo lo que mis manos tocaren prosperará. Soy un multiplicador de recursos para tu Reino. En el nombre de Jesús, amén.

Por. Rev. Juan O. Crudo