“Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.”Hechos 4:36-37
Es interesante escuchar a la gente decir que el gobierno tiene que hacer esto o aquello por los pobres, pero ¿qué hacen ellos por esa causa? ¿Es dadivoso su corazón?
Jesús le dijo al joven rico que tenía que vender todo y dárselo a los pobres y eso le trajo tristeza a su corazón. Cuando uno es generoso no se pone triste, por el contrario esa acción en obediencia a la Palabra de Dios lo hace feliz. Proverbios 10:22 dice que “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella.” Si usted es un hijo de Dios está bendecido porque ya ha recibido las bendiciones cuando pasó a ser parte de la familia de Dios. Entonces la Palabra dice que si usted tiene la bendición de Dios estará enriquecido y cuando está enriquecido en todas las áreas usted comienza a dar más y a ser más generoso que antes y no lo hace con tristeza. Ser generoso es una bendición y trae mucha cosecha.
Las personas generosas son felices porque saben que todo lo que tienen vino de Dios. El joven rico se fue y nunca más se supo de él. De esa manera determinó su cosecha. Hoy usted tiene la misma oportunidad que él. Recuerde que su dádiva siempre va a determinar su futuro. “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”(2 Corintios 9:6)
Todo lo que usted haga para Dios siempre le va a traer cosecha de bendición porque Él no está distraído. Nunca se arrepienta de hacer algo para Dios, al contrario, si plantó alguna semilla y las cosas no le están saliendo como esperaba, siga haciendo las cosas como Dios le enseñó y no se rinda. Porque entre la lluvia temprana y la tardía vendrá el fruto que había soñado por su perseverancia. Ahí está la mayor demostración de confianza en Dios que en cualquier otra cosa de la tierra.
Mire ahora la dádiva de Bernabé. Determinó su futuro y hasta le cambió el nombre. Bernabé prosiguió en desarrollar el propósito y el plan de Dios para su vida, y tuvo la bendición de participar del ministerio. Luego llegó a ser un apóstol y no solamente eso, sino que guió a Pablo para extender el evangelio. Mire todo lo que se le abrió a través de su siembra. Y guió a uno que iba a ser más grande que él. ¡Qué humildad, qué generosidad! Es admirable que sembró bendiciones y cosechó bendiciones. El dar fue su estilo de vida, y abrió camino en el reino de Dios para miles y miles de personas. Su vida demostró que después de haber dado, se le abrió todo un panorama de bendición.
Cambie hoy su estilo de vida, comience a ser generoso, dadivoso. Determine su destino hacia la bendición y la sobreabundancia.
Oración: Padre, hoy declaro que soy generoso con todo lo que haces llegar a mi mano. Estoy bendecido y quiero ser de bendición para tu Reino. Hoy determino mi futuro hacia la abundancia. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.
Jesús le dijo al joven rico que tenía que vender todo y dárselo a los pobres y eso le trajo tristeza a su corazón. Cuando uno es generoso no se pone triste, por el contrario esa acción en obediencia a la Palabra de Dios lo hace feliz. Proverbios 10:22 dice que “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella.” Si usted es un hijo de Dios está bendecido porque ya ha recibido las bendiciones cuando pasó a ser parte de la familia de Dios. Entonces la Palabra dice que si usted tiene la bendición de Dios estará enriquecido y cuando está enriquecido en todas las áreas usted comienza a dar más y a ser más generoso que antes y no lo hace con tristeza. Ser generoso es una bendición y trae mucha cosecha.
Las personas generosas son felices porque saben que todo lo que tienen vino de Dios. El joven rico se fue y nunca más se supo de él. De esa manera determinó su cosecha. Hoy usted tiene la misma oportunidad que él. Recuerde que su dádiva siempre va a determinar su futuro. “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”(2 Corintios 9:6)
Todo lo que usted haga para Dios siempre le va a traer cosecha de bendición porque Él no está distraído. Nunca se arrepienta de hacer algo para Dios, al contrario, si plantó alguna semilla y las cosas no le están saliendo como esperaba, siga haciendo las cosas como Dios le enseñó y no se rinda. Porque entre la lluvia temprana y la tardía vendrá el fruto que había soñado por su perseverancia. Ahí está la mayor demostración de confianza en Dios que en cualquier otra cosa de la tierra.
Mire ahora la dádiva de Bernabé. Determinó su futuro y hasta le cambió el nombre. Bernabé prosiguió en desarrollar el propósito y el plan de Dios para su vida, y tuvo la bendición de participar del ministerio. Luego llegó a ser un apóstol y no solamente eso, sino que guió a Pablo para extender el evangelio. Mire todo lo que se le abrió a través de su siembra. Y guió a uno que iba a ser más grande que él. ¡Qué humildad, qué generosidad! Es admirable que sembró bendiciones y cosechó bendiciones. El dar fue su estilo de vida, y abrió camino en el reino de Dios para miles y miles de personas. Su vida demostró que después de haber dado, se le abrió todo un panorama de bendición.
Cambie hoy su estilo de vida, comience a ser generoso, dadivoso. Determine su destino hacia la bendición y la sobreabundancia.
Oración: Padre, hoy declaro que soy generoso con todo lo que haces llegar a mi mano. Estoy bendecido y quiero ser de bendición para tu Reino. Hoy determino mi futuro hacia la abundancia. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.
Por Rev. Juan Crudo
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