“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” Job 1:1
Dios está levantando un reino poderoso y no de gente que se rinde, sino que avanza hacia la meta con Dios. La Palabra de Dios nos muestra que Job está brillando en la tierra como un testimonio de Dios y representando a Dios en la tierra con éxito. Casi como que pensamos que a él no le puede fallar nada. Sin embargo, le aparecen situaciones contrarias que van a perjudicar y arruinar los planes de bendición para esa vida y esa familia. Esos contratiempos son generados por el enemigo. ¡Ahora Satanás no puede hacer nada con usted! Porque él ya fue vencido en la cruz del calvario por Jesucristo. Lo único que puede trabajar es con sus estrategias para capturar su atención, para engañarlo y hacerle creer que usted no va a tener la victoria, que no va a salir de la situación. Quiere mentirle y que le crea a la mentira que usted es un fracasado. Quiere lograr que usted se rinda. Pero usted está destinado a la victoria. No se rinda al enemigo que le quiere sacar ventaja por todos lados. No le abra ninguna puerta de acceso ni en los pensamientos ni en ningún área de su vida. Usted está lleno del Espíritu Santo, es una vasija de honra para Dios, un elegido para vivir una vida de victoria. Donde usted se mueva, Dios se va a mover con poder, con gloria, con bendición.
Miremos un poquito el ejemplo de Job. Satanás trató de apagar todo lo que había en su vida. Él era una persona brillante y excelente que manifestaba la gloria de Dios en todas las áreas. Todo le era favorable hasta que el enemigo aparece y viene a trabajar en contra de él. Por eso usted tiene que saber que el enemigo va a trabajar en todas las áreas para ver en cuál puede tener algún acceso, para engañarle y mentirle. Él quiere que usted acepte sus mentiras y se establezca en un nivel de fracaso. Pero ninguno de ustedes fue formado por Dios para vivir una vida regular ni de altibajos. Usted sabe que con Dios puede vivir la vida abundante que él le ha prometido en la plenitud del espíritu. Puede vivir con la autoridad que Él le ha dado, gobernando su vida con la Palabra de Dios.
Si observa el final de la historia de Job verá que Dios lo bendijo con el doble de lo que había perdido. El versículo 12 dice: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero…” Job no se rindió ante las mentiras del enemigo y se mantuvo hablando lo que conocía de Dios. Usted hoy tiene la Palabra de Dios escrita y tiene acceso a ella a diario, también tiene acceso a las enseñanzas de los hombres de Dios. Aprovéchelas. Busque la palabra que sale de la boca de Dios, pídale que se la revele a su espíritu. Afírmese en ella y por sobre todo, venga lo que venga no se rinda. Usted forma parte de una generación poderosa, vencedora. ¡Tiene la victoria asegurada!
Oración: Padre, hoy recibo tu Palabra en todas las formas en que me puedes hablar. Me aferraré a ella, la creeré y la guardaré en mi corazón para que cuando vengan problemas pueda confesarla con fe y salir victorioso. No me rendiré ante las adversidades ni le creeré al enemigo. En el nombre de Jesús, amén.
Dios está levantando un reino poderoso y no de gente que se rinde, sino que avanza hacia la meta con Dios. La Palabra de Dios nos muestra que Job está brillando en la tierra como un testimonio de Dios y representando a Dios en la tierra con éxito. Casi como que pensamos que a él no le puede fallar nada. Sin embargo, le aparecen situaciones contrarias que van a perjudicar y arruinar los planes de bendición para esa vida y esa familia. Esos contratiempos son generados por el enemigo. ¡Ahora Satanás no puede hacer nada con usted! Porque él ya fue vencido en la cruz del calvario por Jesucristo. Lo único que puede trabajar es con sus estrategias para capturar su atención, para engañarlo y hacerle creer que usted no va a tener la victoria, que no va a salir de la situación. Quiere mentirle y que le crea a la mentira que usted es un fracasado. Quiere lograr que usted se rinda. Pero usted está destinado a la victoria. No se rinda al enemigo que le quiere sacar ventaja por todos lados. No le abra ninguna puerta de acceso ni en los pensamientos ni en ningún área de su vida. Usted está lleno del Espíritu Santo, es una vasija de honra para Dios, un elegido para vivir una vida de victoria. Donde usted se mueva, Dios se va a mover con poder, con gloria, con bendición.
Miremos un poquito el ejemplo de Job. Satanás trató de apagar todo lo que había en su vida. Él era una persona brillante y excelente que manifestaba la gloria de Dios en todas las áreas. Todo le era favorable hasta que el enemigo aparece y viene a trabajar en contra de él. Por eso usted tiene que saber que el enemigo va a trabajar en todas las áreas para ver en cuál puede tener algún acceso, para engañarle y mentirle. Él quiere que usted acepte sus mentiras y se establezca en un nivel de fracaso. Pero ninguno de ustedes fue formado por Dios para vivir una vida regular ni de altibajos. Usted sabe que con Dios puede vivir la vida abundante que él le ha prometido en la plenitud del espíritu. Puede vivir con la autoridad que Él le ha dado, gobernando su vida con la Palabra de Dios.
Si observa el final de la historia de Job verá que Dios lo bendijo con el doble de lo que había perdido. El versículo 12 dice: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero…” Job no se rindió ante las mentiras del enemigo y se mantuvo hablando lo que conocía de Dios. Usted hoy tiene la Palabra de Dios escrita y tiene acceso a ella a diario, también tiene acceso a las enseñanzas de los hombres de Dios. Aprovéchelas. Busque la palabra que sale de la boca de Dios, pídale que se la revele a su espíritu. Afírmese en ella y por sobre todo, venga lo que venga no se rinda. Usted forma parte de una generación poderosa, vencedora. ¡Tiene la victoria asegurada!
Oración: Padre, hoy recibo tu Palabra en todas las formas en que me puedes hablar. Me aferraré a ella, la creeré y la guardaré en mi corazón para que cuando vengan problemas pueda confesarla con fe y salir victorioso. No me rendiré ante las adversidades ni le creeré al enemigo. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O Crudo
No hay comentarios:
Publicar un comentario