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domingo, 23 de agosto de 2009

Los días de los cielos

“Para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.”
Deuteronomio 11:21
Hoy podemos traer los días de los cielos a la tierra. Estos son los días más hermosos. Los días de la iglesia del Señor.
La sagrada escritura dice que Dios nos libró de la potestad de las tinieblas y nos trasladó al reino de su amado hijo. Desde que usted aceptó a Jesús como su Señor y Salvador, usted es parte del reino de Dios.
Jesús dijo: El reino de Dios está aquí y ahora. Él vino a predicarlo y extenderlo.
Cuando llega el reino de Dios a nuestra vida, el reino de las tinieblas se va. Se va la tristeza, la amargura, los fracasos y toda maldición.
En cada espacio que el enemigo tenía el control, ahí comienza a manifestarse el poder de Dios. En su hogar, en sus relaciones, en su salud, en su economía y en todas las áreas de su vida. Los días de los cielos se revelarán en su estilo de vida y usted es el encargado de que así suceda.
En la medida que usted camine en la palabra como lo hizo Jesús, estará estableciendo el gobierno de Dios en todo su ámbito de influencia. Donde un hijo de Dios se mueve y habla la palabra, hay un ejército de ángeles que vigilan que esa palabra se cumpla. No tema nada, su Padre lo cuida, ocúpese de traer los días de los cielos a la tierra.
En 2da Reyes 6, Eliseo es rodeado por el ejército enemigo de los Sirios, y allí se manifiesta el ejército celestial, las huestes del reino de Dios. En el mismo espacio que estaba el enemigo, estaban las huestes celestiales, estos se encargaron de proteger y defender al que estaba en el reino de Dios.
Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar, y Él les ejemplificó con una oración que contiene 9 principios poderoso, entre ellos, que se haga la voluntad del Padre así como en cielo, también en la tierra. Es hora de que usted traiga los cielos a la tierra, ore al Padre y deje de preocuparse por los pequeños problemas.
Tenga paz y tenga confianza.
Comenzará a fluir el poder de Dios y habrá victoria.
Oración: Padre, gracias por Jesús. Él me introdujo a un nuevo reino y se manifiesta en mi vida con todo su poder. Gracias porque me has dado la sabiduría para traer los días de los cielos a la tierra. En el nombre de tu hijo amado Jesús. Amén.
Por. Rev Juan O. Crudo.

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