Bendecido, bendecido

Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo de que te rejuvenezcas como el águila.”
Salmo 103:1-5
Su vida está colmada de beneficios, beneficios, beneficios. Y el mayor de ellos es conocer a Dios. Cuando usted decidió aceptarlo, Él coronó su vida de favores y bendición. Usted es una persona bendecida, habilitada para prosperar.
Dios, en su palabra, le dejó toda la provisión para atravesar cualquier circunstancia y vivir en victoria. La persona que no tiene a Dios en su vida, frente a los problemas se siente desprotegida, como huérfano; pero usted tiene beneficios, beneficios, beneficios.
No sufra, ¿Por qué lo va a hacer, si Jesús ya pagó el precio para que usted no sufra? Él le proveyó la sanidad, la libertad, la paz, el gozo, la prosperidad, la vida eterna! Use esos beneficios. No permita que el diablo lo engañe y lo coloque en una posición que no es la suya. Usted nació para estar arriba. Usted es un hijo de Dios.
Dígale a su alma, a su mente, a su cuerpo, a sus finanzas lo que dice la Palabra de Dios. Llame las cosas que no son como si fuesen. Use el método de su Padre Celestial.
Tome autoridad y remueva de su vida todo aquello que no pertenezca a Dios. Decídase a vivir como una persona saludable, feliz, próspera, victoriosa, una persona de bendición, no por lo que pasa a su alrededor; sino por el pacto que tiene con Dios.
Sea un adorador en todo tiempo y permita que el fruto del Espíritu fluya a través de su vida. La tierra se va a llenar de la plenitud de Dios si usted abre las compuertas, porque todo eso está dentro suyo. Usted es el templo del Espíritu Santo.
Bendiga a Dios ¿Cómo hacerlo? Use todo lo que Dios le dio para arrebatar las almas de las manos del diablo y colocarlas en el reino de Dios. Comparta los beneficios con aquellos que aún no saben que tienen un destino de victoria. Esta es la mejor forma de bendecir a Dios: con almas.
Oración: Padre gracias. Has colmado mi vida de beneficios. Viviré feliz, saludable y en victoria y seré tu canal de bendición para otros. Muchos vendrán a Ti por lo que has hecho en mí. En el nombre de Jesús. Amén
Pr. Rev. Juan. O. Crudo, Argentina.