“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Si su vida es importante para Dios, ¿por qué usted no habla de eso? ¿Por qué no lo reconoce a Él? ¿Por qué no se para firme en un lugar de importancia? Porque tal vez al degradarse se cree más humilde. Humildad es cuando usted se para en la verdad, en el lugar correcto, en el lugar de la bendición y sabe que es la persona que construye su casa sobre la roca. Usted sabe que lo que está haciendo con Dios y con la Palabra de Dios es ir revelando a Cristo en su vida, no un Cristo muerto y débil, sino un Cristo poderoso, resucitado, glorificado, que le ha dado vida, vida del cielo y en abundancia. Por eso, lo que usted refleja hacia los demás es muy importante. Hoy quiero dejarle algunos pasos importantes que le ayudarán con esto:
El primer paso es determinarse a pensar a la manera de Dios, y no a pensar a la manera negativa que tiene el mundo. Tiene que tener una actitud de aceptar los pensamientos que provienen de la Palabra de Dios para que esa sea su estilo de pensar. Vaya trabajando con la Palabra para remover y quitar de su vida las cosas que no se alinean a ella.
El segundo paso es ir renovando su mente a diario. Ahí es donde tiene que determinarse a tener la manera de pensar de Dios y no la del mundo. El apóstol Pablo dice que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento para poder comprobar la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios. La Palabra de Dios está ahí para todos y es la que, con la guía y ayuda del Espíritu Santo, nos revela las cosas que tenemos que quitar de nuestra vida.
El tercer paso es edificar una nueva manera de pensar. Su espejo que es la Palabra, le muestra quién es responsable de su destino. Tiene que hacerse cargo y responsable de construir una nueva manera de pensar. Hay palabra para vivir excelentemente bien, pero al hacerlo a la manera de Dios.
Todo su estilo de vida tiene que estar cambiando, manera de pensar, manera de hablar y manera de actuar. De esta manera podrá revelar a Cristo en su vida, esto quiere decir que los demás podrán conocer a Cristo a través suyo. Comience a ponerlo en práctica.
Oración: Padre, en el nombre de Jesús declaro que comienzo a revelarte en mi vida. Quiero que todos te conozcan a través mío y por eso comenzaré alineando mi mente a la tuya. Quiero obedecerte. Lo lograré, amén.
El primer paso es determinarse a pensar a la manera de Dios, y no a pensar a la manera negativa que tiene el mundo. Tiene que tener una actitud de aceptar los pensamientos que provienen de la Palabra de Dios para que esa sea su estilo de pensar. Vaya trabajando con la Palabra para remover y quitar de su vida las cosas que no se alinean a ella.
El segundo paso es ir renovando su mente a diario. Ahí es donde tiene que determinarse a tener la manera de pensar de Dios y no la del mundo. El apóstol Pablo dice que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento para poder comprobar la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios. La Palabra de Dios está ahí para todos y es la que, con la guía y ayuda del Espíritu Santo, nos revela las cosas que tenemos que quitar de nuestra vida.
El tercer paso es edificar una nueva manera de pensar. Su espejo que es la Palabra, le muestra quién es responsable de su destino. Tiene que hacerse cargo y responsable de construir una nueva manera de pensar. Hay palabra para vivir excelentemente bien, pero al hacerlo a la manera de Dios.
Todo su estilo de vida tiene que estar cambiando, manera de pensar, manera de hablar y manera de actuar. De esta manera podrá revelar a Cristo en su vida, esto quiere decir que los demás podrán conocer a Cristo a través suyo. Comience a ponerlo en práctica.
Oración: Padre, en el nombre de Jesús declaro que comienzo a revelarte en mi vida. Quiero que todos te conozcan a través mío y por eso comenzaré alineando mi mente a la tuya. Quiero obedecerte. Lo lograré, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo. Argentina.
Viernes santo en Cristo la Solución Clikaqui
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