“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:8 y 9
Muchas veces cuando usted se encuentra oyendo la Palabra de Dios podrán venirle pensamientos a su vida y diga: “¿Bendecido yo? ¿Mudarme?, ¿Ser de bendición a otros?” Le pregunto: ¿Por qué piensa que no es para usted? Porque le ha dado lugar a cosas negativas. La Palabra vino a su vida pero en lugar de sembrarla en su corazón y darle lugar a diario, quizá usted la hizo a un lado y les dio lugar a otras palabras que también vinieron a su vida pero que eran negativas. Muchas veces creemos que lo que podemos desarrollar está sujeto a los límites que vivió nuestra familia y nuestro pueblo, pero los hijos de Dios estamos ungidos al caminar en sus caminos. Dios dice en Su Palabra que como son más altos Sus caminos que nuestros caminos, así son más altos sus pensamientos que nuestros pensamientos. Lo que nosotros debemos hacer es alinear nuestros pensamientos y nuestros caminos a los de Él. Por eso tenemos que hacer las cosas a la manera de Él. ¿Escuchó? Medítelo nuevamente si le es necesario.
Quizá necesite despegarse de algunas conexiones para ir a otro nivel. Dios lo está preparando para alcanzar éxito en áreas que nunca pensó que podía tener éxito. Mire, para que Jesús le diera de comer a toda esa multitud que había, tuvo que venir un muchacho con cinco panes y dos peces. Siempre tiene que haber algo con lo cual Dios pueda operar. Usted tiene que subir a otros niveles en el trabajo y en los negocios porque se están abriendo puertas bien grandes para su vida. Si se mueve en fe y le cree a Dios podrá ver en su vida los mismos resultados que obtuvieron la gente de fe en la Biblia. Esos resultados son los que vienen para los hijos de Dios. Por eso es muy importante que permanezca creyéndole a Dios.
Medite en su Palabra cada día, guárdela en su corazón y no permita que palabras negativas lo aparten de su destino de éxito. Usted es un recipiente que recibe información de todas las cosas que lo rodean. A veces quienes nos criaron y con los que hemos compartido la vida, son de quienes nos alimentan y nos llenan de cosas negativas. Pero ahora que usted sabe que es una vasija de honra para Dios, tiene que llenar su vasija de las cosas correctas de parte del Señor. Usted puede ir construyendo una nueva forma de pensar, de hablar y lo puede hacer con el poder de la Palabra de Dios.
Oración: Padre, hoy recibo la Palabra que viene de lo alto. Quiero que mis pensamientos estén unidos a los tuyos. Que de mi boca salgan palabras buenas. Sé que lo lograré. En el nombre de Jesús, amén. Por. Juan O. Crudo, Argentina.
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