El film Invencible, (2006), del director Ericson Core, es un conmovedor relato sobre la superación de los obstáculos y la lucha contra la falta de oportunidades. El protagonista del film Vince Papale, (Mark Wahlberg), no tiene un futuro prometedor ya que vive en una modesta casa de barrio obrero y como si fuera poco, pierde su trabajo modesto trabajo de maestro. Es más, su esposa lo abandona después de cinco años de matrimonio, dejándole una nota donde le dice que es un fracasado. No tiene alegrías, salvo los partidos de fútbol americano que juega con sus entrañables amigos y las horas que utiliza trabajando de camarero en el bar de su colega Max.
Su gran pasión es el fútbol americano y en el bar esta el epicentro de su vida, pues es allí donde se reúne con sus amigos de siempre, para conversar sobre los partidos de su equipo favorito, y es así como juntan fuerzas para el próximo día de trabajo. La hora de cerrar el bar es el momento de tristeza ya que tiene que irse a su vida nuevamente, donde sólo hay fracaso y dolor. Inspirada en la historia real de Vince Papale, un hombre de 30 años, maestro y cantinero de medio tiempo, que no tenía nada que perder y que ignoró distintos obstáculos para convertir su sueño en realidad. Aunque no había grandes probabilidades de que se convirtiera en jugador profesional de fútbol americano, Vince Papale, que nunca había jugado profesionalmente, al concurrir a una prueba abierta de nuevos talentos del equipo de su localidad, es aceptado por el entrenador del equipo lo que hace realidad su sueño de jugar profesionalmente.
Los sueños de Vince Papale se vuelven realidad. Y lo que aprendemos del film es que nunca es tarde para triunfar. Se puede salir adelante. Siempre surgen nuevas oportunidades. Siempre se abren puertas. Siempre hay alguien que cree en nosotros. Siempre hay personas con quienes podemos compartir nuestras vidas. Este inspirador relato cinematográfico nos llena de orgullo y de fuerzas para no dejar de creer en nuestros sueños ya que nunca es tarde para llevarlos a cabo. Es el medio del dolor donde aparecen los héroes. Es en medio de la adversidad, cuando faltan las oportunidades y sobreabundan los fracasos, al igual que Vince Papale, podemos seguir luchando sin bajar los brazos. Y cuando menos lo esperemos, se presentara la oportunidad, tal vez la única, que los lleve a la cima del éxito. A menos que no creamos en nosotros mismos y luchemos por realizar nuestros sueños, nadie lo hará por nosotros. Un hombre que no lucha por sus ideales, objetivos y metas, es un hombre sin principios. La lucha diaria contra la adversidad es la madre del triunfo. Nadie puede salir adelante.
Elaborado por julio césar cháves escritor78@hotmail.com
Su gran pasión es el fútbol americano y en el bar esta el epicentro de su vida, pues es allí donde se reúne con sus amigos de siempre, para conversar sobre los partidos de su equipo favorito, y es así como juntan fuerzas para el próximo día de trabajo. La hora de cerrar el bar es el momento de tristeza ya que tiene que irse a su vida nuevamente, donde sólo hay fracaso y dolor. Inspirada en la historia real de Vince Papale, un hombre de 30 años, maestro y cantinero de medio tiempo, que no tenía nada que perder y que ignoró distintos obstáculos para convertir su sueño en realidad. Aunque no había grandes probabilidades de que se convirtiera en jugador profesional de fútbol americano, Vince Papale, que nunca había jugado profesionalmente, al concurrir a una prueba abierta de nuevos talentos del equipo de su localidad, es aceptado por el entrenador del equipo lo que hace realidad su sueño de jugar profesionalmente.
Los sueños de Vince Papale se vuelven realidad. Y lo que aprendemos del film es que nunca es tarde para triunfar. Se puede salir adelante. Siempre surgen nuevas oportunidades. Siempre se abren puertas. Siempre hay alguien que cree en nosotros. Siempre hay personas con quienes podemos compartir nuestras vidas. Este inspirador relato cinematográfico nos llena de orgullo y de fuerzas para no dejar de creer en nuestros sueños ya que nunca es tarde para llevarlos a cabo. Es el medio del dolor donde aparecen los héroes. Es en medio de la adversidad, cuando faltan las oportunidades y sobreabundan los fracasos, al igual que Vince Papale, podemos seguir luchando sin bajar los brazos. Y cuando menos lo esperemos, se presentara la oportunidad, tal vez la única, que los lleve a la cima del éxito. A menos que no creamos en nosotros mismos y luchemos por realizar nuestros sueños, nadie lo hará por nosotros. Un hombre que no lucha por sus ideales, objetivos y metas, es un hombre sin principios. La lucha diaria contra la adversidad es la madre del triunfo. Nadie puede salir adelante.
Elaborado por julio césar cháves escritor78@hotmail.com
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