“5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2 Corintios 10:5
Seguramente esto le parecerá familiar: hay cosas que escucha y que luego quedan en su cabeza. Entonces medita y medita en eso y lo adopta como que es algo personal y es trasmitido al ambiente familiar. ¿A qué me refiero? A las fortalezas que se crean en su mente.
Hay fortalezas que son generacionales y las encuentran en la familia. Fueron nutridas con experiencias, con emociones, con sensaciones. Y como venían de generación en generación usted creyó que eso era normal, que tenía que manifestarse también en su vida.
Es importante que medite todo lo que hablamos, porque se escuchan tantas cosas en esta sociedad en la que vivimos que usted es influenciado por información de cualquier cosa, que puede justificar una vida de fracaso. Pero usted es un hijo de Dios que ha sido redimido de la maldición, tiene los genes del padre, tiene un espíritu recreado con autoridad espiritual para que si hay sensaciones, tentaciones, propuestas deshonestas se pare firme en autoridad y diga: yo soy un hijo de Dios y voy a caminar en la palabra de Dios.
La palabra dice: que caminamos en esta tierra en la carne y hay cosas que son tentadoras que van a traer influencia y van a querer crear una fortaleza interior destructiva. Si tiene la idea que en su interior hay maneras de pensar que no las va a poder cambiar nunca, le digo que en un momento las puede cambiar de una vez y para siempre. Porque las armas de su milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destruir fortaleza. No para que se la pase orando diciendo: Señor ayúdame, quiero cambiar, me tienta. En Dios usted es poderoso, es fuerte.
La fortaleza es una estructura pensante, patrones de pensamientos. Como dice la gente: vos creé a tu manera que yo creo a la mía. Hay una sola manera de creer y todo el resto de las maneras son mentiras. La única manera correcta de creer es la de Dios, todas las demás son excusas, mentiras, confusiones, son formas que tiene que ver con las tinieblas.
Cuando usted se para en el Señor, es una nueva creación y puede revertir todo en bendición para sus herederos. Sus hijos no van a ser iguales a sus padres, ni tíos, ni a sus abuelos porque cada uno está destinado a una gloria mayor que la suya. Cuando usted pone en orden las prioridades divina eso hace que las cosas que piensa vayan cambiando. Los que ponen excusas a la verdad, están creando su religión propia. No sea parte de ese grupo. Los hijos de Dios se destacan son luz en las tinieblas. Usted es uno de ellos y tiene un destino glorioso.
Esté atento a todo falso argumento y verifique si haya alguna fortaleza en su mente que tiene que ser derribada. Usted tiene todas las armas para hacerlo. No se deje engañar.
Oración: Padre, hoy me paro firme en tu palabra y me levanto en contra de todo argumento que viene de las tinieblas. No dejaré entrar a mi vida ningún argumento falso que se convierta en fortaleza. Sólo tu Palabra permanecerá en mí. En el nombre de Jesús, amén.
Hay fortalezas que son generacionales y las encuentran en la familia. Fueron nutridas con experiencias, con emociones, con sensaciones. Y como venían de generación en generación usted creyó que eso era normal, que tenía que manifestarse también en su vida.
Es importante que medite todo lo que hablamos, porque se escuchan tantas cosas en esta sociedad en la que vivimos que usted es influenciado por información de cualquier cosa, que puede justificar una vida de fracaso. Pero usted es un hijo de Dios que ha sido redimido de la maldición, tiene los genes del padre, tiene un espíritu recreado con autoridad espiritual para que si hay sensaciones, tentaciones, propuestas deshonestas se pare firme en autoridad y diga: yo soy un hijo de Dios y voy a caminar en la palabra de Dios.
La palabra dice: que caminamos en esta tierra en la carne y hay cosas que son tentadoras que van a traer influencia y van a querer crear una fortaleza interior destructiva. Si tiene la idea que en su interior hay maneras de pensar que no las va a poder cambiar nunca, le digo que en un momento las puede cambiar de una vez y para siempre. Porque las armas de su milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destruir fortaleza. No para que se la pase orando diciendo: Señor ayúdame, quiero cambiar, me tienta. En Dios usted es poderoso, es fuerte.
La fortaleza es una estructura pensante, patrones de pensamientos. Como dice la gente: vos creé a tu manera que yo creo a la mía. Hay una sola manera de creer y todo el resto de las maneras son mentiras. La única manera correcta de creer es la de Dios, todas las demás son excusas, mentiras, confusiones, son formas que tiene que ver con las tinieblas.
Cuando usted se para en el Señor, es una nueva creación y puede revertir todo en bendición para sus herederos. Sus hijos no van a ser iguales a sus padres, ni tíos, ni a sus abuelos porque cada uno está destinado a una gloria mayor que la suya. Cuando usted pone en orden las prioridades divina eso hace que las cosas que piensa vayan cambiando. Los que ponen excusas a la verdad, están creando su religión propia. No sea parte de ese grupo. Los hijos de Dios se destacan son luz en las tinieblas. Usted es uno de ellos y tiene un destino glorioso.
Esté atento a todo falso argumento y verifique si haya alguna fortaleza en su mente que tiene que ser derribada. Usted tiene todas las armas para hacerlo. No se deje engañar.
Oración: Padre, hoy me paro firme en tu palabra y me levanto en contra de todo argumento que viene de las tinieblas. No dejaré entrar a mi vida ningún argumento falso que se convierta en fortaleza. Sólo tu Palabra permanecerá en mí. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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