“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”
Hechos de los Apóstoles 20:35
El mensaje clave de toda la Biblia es este: DAR. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”(Juan 3:16) El dar debe ser una constante en la vida del cristiano. Dar refleja el carácter de Dios, dar es actuar en amor. El amor no es egoísta, ni mezquino, el amor siempre da. Para caminar en amor y vivir la vida bendecida debemos ser generosos.
Ahora bien, es más bienaventurado dar que recibir, pero el dar está sujeto a una ley que nunca terminará: La ley de la siembra y la cosecha. El dar tiene implícito el recibir. Dios ha creado este ciclo. Indefectiblemente tendremos la cosecha de lo que hemos sembrado. No hay semillas que no produzcan cosecha. Liberando esas semillas que Dios ha colocado en su interior, dones, talentos habilidades, amor, finanzas entrará en el ciclo extraordinario de la bendición interminable.
Dar produce gozo. No se enfoque en lo que todavía no recibió, si usted actuó en la ley, Dios se encargará que tenga la cosecha. Si usted sembró, cosechará en su tiempo, pero no deje de sembrar para que el ciclo no sea interrumpido.
Muchos dan sus ofrendas y pactos una vez y se sientan a esperar la cosecha, luego dicen, no viene, no funciona. Ningún agricultor haría eso. Una vez sembrada la semilla la cuidaría, regaría y continuaría sembrando porque confía en el ciclo. Si usted detiene su mano de dar está, con su acción, diciendo que duda que venga la cosecha.
Es importante que ponga las prioridades en orden. Primero y siempre primero, debe estar Dios, primero en su tiempo, primero en sus finanzas, primero en todo. Cuando usted pone primero a Dios, Él lo pone primero a usted y la revelación del ciclo de dar vendrá a su vida.
Aprenda de la Palabra a dar, no dé porque se sienta presionado, no dé con mala disposición o en terreno equivocado. De con sabiduría y con revelación de lo que está haciendo.
Oración: Padre, dame mayor revelación sobre el diezmo, las primicias, las ofrendas y los pactos porque sé que detrás de ellos está mi vida bendecida. Quiero actuar como Tú actúas, quiero dar con la actitud correcta de mi corazón. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, pastor del Ministerio Cristo la Solución
Hechos de los Apóstoles 20:35
El mensaje clave de toda la Biblia es este: DAR. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”(Juan 3:16) El dar debe ser una constante en la vida del cristiano. Dar refleja el carácter de Dios, dar es actuar en amor. El amor no es egoísta, ni mezquino, el amor siempre da. Para caminar en amor y vivir la vida bendecida debemos ser generosos.
Ahora bien, es más bienaventurado dar que recibir, pero el dar está sujeto a una ley que nunca terminará: La ley de la siembra y la cosecha. El dar tiene implícito el recibir. Dios ha creado este ciclo. Indefectiblemente tendremos la cosecha de lo que hemos sembrado. No hay semillas que no produzcan cosecha. Liberando esas semillas que Dios ha colocado en su interior, dones, talentos habilidades, amor, finanzas entrará en el ciclo extraordinario de la bendición interminable.
Dar produce gozo. No se enfoque en lo que todavía no recibió, si usted actuó en la ley, Dios se encargará que tenga la cosecha. Si usted sembró, cosechará en su tiempo, pero no deje de sembrar para que el ciclo no sea interrumpido.
Muchos dan sus ofrendas y pactos una vez y se sientan a esperar la cosecha, luego dicen, no viene, no funciona. Ningún agricultor haría eso. Una vez sembrada la semilla la cuidaría, regaría y continuaría sembrando porque confía en el ciclo. Si usted detiene su mano de dar está, con su acción, diciendo que duda que venga la cosecha.
Es importante que ponga las prioridades en orden. Primero y siempre primero, debe estar Dios, primero en su tiempo, primero en sus finanzas, primero en todo. Cuando usted pone primero a Dios, Él lo pone primero a usted y la revelación del ciclo de dar vendrá a su vida.
Aprenda de la Palabra a dar, no dé porque se sienta presionado, no dé con mala disposición o en terreno equivocado. De con sabiduría y con revelación de lo que está haciendo.
Oración: Padre, dame mayor revelación sobre el diezmo, las primicias, las ofrendas y los pactos porque sé que detrás de ellos está mi vida bendecida. Quiero actuar como Tú actúas, quiero dar con la actitud correcta de mi corazón. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, pastor del Ministerio Cristo la Solución
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