Relaciones saludables II

“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”Juan 21:15-19

Observe este detalle: Jesús le menciona tres veces el llamado que tenía Pedro de pastorear a la iglesia. Jesús le habla de su futuro pero no de su pasado. Él no le recuerda que lo había negado tres veces; sino que tres veces le dice su futuro.Se da cuenta que Dios no mira lo que mira la gente. Él no cuenta para atrás, Él cuenta hacia delante. Entonces, por qué mirar para atrás cuando nuestro futuro es maravilloso!

Recuerde a Moisés, él mató a un hombre. Era un homicida, pero llegó a ser un gran líder. O el caso de Pedro mismo, lo negó tres veces y llegó a ser apóstol de la iglesia. Jesús restauró la relación con Pedro que se había perdido. No tenga miedo usted de restaurar una relación. Jesús le permitió tener una relación con Él. No diga: “te perdono pero no te quiero ver más”. La misma unción de Cristo está en usted. Lo puede hacer. No tiene excusa. Piense esto, su sistema no sirve, el de Dios sí. Pedro fue uno de los hombres más exitosos en el cristianismo. Ese amor lo puso de nuevo en la carrera para ser lo que fue. Lo de Dios trae victoria siempre. Aunque a usted le fallen no importa, lo importante es que no lo haga usted.

¿Es capaz hoy de tomar una decisión de cambio para su vida?

Tenemos que hacer un esfuerzo para cambiar nuestras relaciones. Hoy tiene una nueva oportunidad, no la desperdicie. Oración: Padre no le recordaré el pasado a mi prójimo pero sí le diré su futuro de bendición. Accederé a tener una nueva relación porque soy un restaurador en el reino. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.

Por Rev. Juan O. Crudo